«Para la familia es una gran alegría y los seis nietos estamos de acuerdo en que los restos del abuelo se encuentren en Zamora, una tierra a la que quería mucho», confirma el nieto del artista, Evaristo Muñoz Barrón que atribuye «todo el mérito al Ayuntamiento de Zamora que se ha interesado». El descendiente y gran conocedor de la obra del escultor nacido en Moraleja del Vino precisa que «Eduardo Barrón, hijo, le prometió al historiador Miguel Ángel Mateos con motivo de los actos organizados con motivo medio siglo de fallecimiento del artista» que «si desde Zamora se intentaba el traslado de los restos, la familia lo respaldaría». «Desde entonces Mateos nos ha animado», atestigua Muñoz Barrón.

Con la llegada del artista a Zamora culminarían los numerosos actos que se han organizado para celebrar el centenario de su muerte. Entre ellos figura la llegada a la ciudad de una de las piezas más importantes que lleva su firma, «Nerón y Séneca» gracias a un acuerdo entre el Museo de Zamora y el Prado por el que el grupo se exhibirá en el Provincial, al menos durante cinco años,