La crisis económica está haciendo aflorar las denuncias de particulares contra negocios «sumergidos», según Ángel Herrero. «Estos negocios siempre han existido y han estado ahí, pero ahora, con la mala situación económica, muchos empresarios echan parte de la culpa de la pérdida de ingresos y clientes a estos negocios».

Lo que es innegable es que la economía sumergida representa un grave problema, tanto en la provincia como en el resto del país. Aunque los empresarios consultados achacan la mayoría de la responsabilidad a quienes trabajan en este tipo de negocios, por considerarlos desleales e ilegales, también los hay que responsabilizan al cliente que acude para conseguir un mejor precio.

«La situación que vivimos es muy delicada y si además vamos a negocios donde no pagamos impuestos, ni IVA, ni nada, la situación no va a mejorar», declara un trabajador consultado. En la misma línea se manifiesta Herrero Magarzo, que dice que «aunque los principales responsables son los que realizan estas prácticas ilegales, también hay que pedir cuentas a quienes acuden a estos negocios para evitar impuestos y precios más altos».

Hay que recordar que diferentes estudios por parte de Hacienda y estimaciones de la CEOE consideran que la economía sumergida puede ascender al 20% del Producto Interior Bruto de la provincia, lo que la situaría cerca de los 960 millones de euros.