Asprosub está de aniversario. Fue a finales de julio del año 1962 cuando, de un grupo de familias, nació la idea de crear una asociación que se dedicara a cubrir las necesidades de sus hijos, con discapacidad intelectual, y mejorar así su nivel de vida.

Pero, hoy, los componentes de Asprosub se han dedicado a divertirse. 50 años no se cumplen todos los días, y los que integran esta asociación han decidido organizar una fiesta por todo lo alto para celebrar su éxito. Hoy no se trabaja, se disfruta, y eso lo saben todos.

En la fundación se congregaron unas 200 personas que, ya por la mañana, decidieron divertirse y empezar a bailar y a pasarlo bien. Trabajadores de la fundación o no, no hay diferencia. Que una fundación de este tipo llegue a los 50 años de edad, y más en los tiempos que corren, es un éxito que se merece una fiesta por todo lo alto. Y por ellos no ha quedado.

«Hoy», dice Patricio Santana, presidente de la Fundación, «estamos todos estupendamente». «Aquí nos hemos juntado todos los que somos, de atención integral, talleres ocupacionales, logopedas, pedagogos... Hoy es un día en el que todos tenemos que estar juntos para celebrar este éxito que desde luego no nos esperábamos».

Preguntado por la cantidad de personas que la Fundación Asprosub ha atendido desde su inauguración, Santana apunta que «no tenemos datos oficiales porque no contabilizamos a las personas que pasan por aquí, sólo nos dedicamos a ayudarles». No obstante, «puede que sean unas 500». No hay más que ver el número para darse cuenta de la gran labor de esta asociación, tarea que posiblemente hubiese quedado desierta sin iniciativas como esta.

Andado queda mucho camino, pero el que queda por andar no es menos. Puede que incluso sea más. «Lo que ahora queremos», declara Patricio Santana, «es mantener y consolidar la labor que durante estos 50 años hemos llevado a cabo entre todos los que formamos parte de esta gran familia que es Asprosub». «Queremos seguir atendiendo a todas las personas que precisen de nuestros servicios, siempre teniendo como referente la calidad humana de todas las personas que vienen hasta aquí», concluye.

Isidro Deza, el psicólogo de la Fundación, es otra de las personas clave en el éxito que ha supuesto para toda la sociedad zamorana la consolidación de Asprosub. Como objetivos, Deza se marca «poder mejorar algo las instalaciones, pero, por lo demás, creo que hemos cumplido».

Isidro, efectivamente, ha cumplido. No hay más que ver el cariño que le tienen todos los atendidos por la Fundación. Isidro se abre paso por la fiesta igual que un futbolista tendría que hacerlo entre las fans, a base de besos y abrazos. Y es que el trabajo bien hecho, claro está, tiene recompensa y esta no siempre llega en forma de transferencia en cuenta.

Y como colofón al acto llega el discurso del presidente, que se muestra visiblemente emocionado al ver todo lo que ha conseguido con estos años de dedicación y duro trabajo. Se refiere a los trabajadores de Asprosub como «mis hermanos», orgulloso de que le acompañen en este día de «inmensa alegría».

«Hemos llegado hasta donde nunca pensábamos que podríamos llegar, con la ayuda, la ilusión y la sensibilidad de todos los que habéis hecho posible este sueño». «Es», continúa, «un día para festejar y para estar todos contentos. Muchas felicidades a todos».

Desde 1962, y poco a poco se ha ido creando una red de centros y servicios que en la actualidad dan servicio a casi 300 personas con discapacidad intelectual en diferentes aspectos de su vida. Hoy en día, Asprosub organiza talleres, actividades y ayuda en su día a día a muchas personas que necesitan de su actividad. La fundación también realiza programas de atención temprana, formativos, cuenta con centros residenciales, centros de día, laborales de ocio, de apoyo a las familias...

A lo largo de estos 50 largos años, Asprosub también ha trabajado en la salvaguarda y en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad mediante actividades como la conocida Marcha Asprosub, que nació con una doble intención. Por un lado, sensibilizar a la sociedad zamorana sobre los problemas de las personas con discapacidad (objetivo conseguido) y, por otro, recaudar fondos para llevar a cabo nuevos proyectos de atención (objetivo también logrado). Ahora, la Fundación espera cumplir los 75 años de historia con el mismo éxito.