Los dos jóvenes acusados de disparar desde un edificio situado en la avenida de Portugal, frente al complejo de La Marina, se enfrentan al pago de una multa por las heridas leves causadas a dos viandantes, que solo precisaron una cura y medicamentos tras ser alcanzados por perdigones entre el 22 y el 28 de agosto del año pasado. Estas infracciones están penalizadas con localización permanente del condenado o la imposición de multa de uno a dos meses con cuotas diarias a partir de tres euros y en función de los ingresos de que disponga.

Es precisamente el informe del forense sobre el carácter de las heridas el que ha llevado al juez sustituto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Zamora a calificar los hechos como una falta de lesiones, única opción que permite el Código Penal que vincula la existencia de delito a heridas graves o que causen deformidad y que precisen más de una asistencia médica.

En los casos denunciados en agosto pasado, el más grave, que afectó a un niño de 12 años, al que un perdigón le impactó en la espalda a la altura de un riñón, precisó siete días para su curación y una única asistencia médica, al quedar el balín en la epidermis. El segundo de los afectados solo acudió una vez al médico, ya que el proyectil le rozó pero no penetró en su cuerpo.

El juez emitió el auto de apertura de juicio por faltas el pasado 19 de julio, del que se ha dado traslado a la Fiscalía, defensas y acusaciones por si quisieran presentar algún recurso para que se mantenga el delito.

El procedimiento judicial se ha dilatado durante casi un año porque el menor de edad vive fuera de Zamora, así como un testigo. De hecho, el informe forense sobre las lesiones que sufrió el niño fue emitido por un facultativo de los juzgados de Barcelona. Concluidas las diligencias judiciales, el señalamiento del juicio no tardará en producirse, una vez que el juez estudie los recursos que podrían presentar la Fiscalía y las acusaciones de las dos víctimas que recibieron sendos perdigonazos cuando se encontraban a la altura de las escaleras de La Marina.