Una serie marina realizada por el pintor Francisco Antolínez, en Madrid en 1699, estrena el espacio habilitado para albergar las muestras temporales del Museo Diocesano. Los cuadros de gran tamaño, que podrán verse hasta Navidad, se encontraban «en la iglesia de los Remedios en las naves laterales con un bocel de escayola que impedía quitarlos. Posteriormente se retiró y fue posible acceder a las obras». «En La Visitación aparece la firma de Antolínez en el anverso», explica el director del Museo, José Ángel Rivera de las Heras que indica: «Era un nombre de leyes que prefería ser conocido por esta faceta que por su vertiente artística».

El delegado diocesano de Patrimonio estima que «no hay más piezas descubiertas en la Diócesis de este autor» que pintó estos óleos «suponemos que fruto de una donación de un devoto a la Virgen de los Remedios, pero no hay documentación alguna».