La duración de los viajes ha sido uno de los puntos más damnificados desde la entrada de la crisis. Antes, explican los agentes de viajes, «la gente se iba 15 días». Ahora la situación ha cambiado. Yolanda Méndez explica que «la gente ha preferido cambiar de destino pero, sobre todo, ha recoratado drásticamente la duración de los viajes».

Sin embargo, al igual que sucedió con el desembolso económico o con el cambio de destino, esta evolución ya se hizo hace unos años. Ahora, dentro de la crisis, la situación parece más o menos estabilizada. Julio Camarzana explica la situación de forma muy similar: «donde más se ha notado la mala situación económica es en la duración de los viajes, antes se contraban vacaciones para más días mientras que hora la mayor parte de los clientes elige paquetes vacacionales de, como mucho, una semana».