J. M. S.

Pese a que cualquier previsión de ventas que se realiza en la época actual se hace a la baja o directamente se deja en manos del destino, la venta de roscones de reyes ha remontado este año gracias al impulso experimentado en la jornada estrella, la de ayer. En principio, panaderos y pasteleros mantenían la incógnita de cómo se comportaría la tradición de adquirir la exuberante rosca en la víspera de la jornada festiva de hoy, el incesante trajín de bandejas y cajas en distintos puntos de la ciudad desveló las incógnicas. El roscón tiene gancho.

Así lo reconoce Carlos Rodríguez, gerente de las panaderías Don Carlos, quien explica que «las ventas estaban un poco paradas por la crisis, pero parece que ya nos hemos acostumbrado a convivir con ella y la comercialización ha remontado a última hora». Ha ayudado el arraigo de la tradición, el buen saber de los pasteleros y cierta necesidad de sacudirse los malos augurios en este 2012.

El dulce tradicional, parece con un origen medieval, se limitaba a una rosca de masa dulce con frutas escarchadas. Incluso llegó a tener, décadas atrás, «un relleno de mazapán que he dejado de ver», añade Rodríguez. Lo cierto es que, actualmente, la versión sin relleno casi se ha dejado de comercializar a favor de la nata y la crema. «El preferido de los clientes es el de tamaño medio con nata, aunque también es verdad que últimamente cada vez llevan más el surtido, que tiene una mitad con este relleno y la otra, con crema», informa Marivi Calabaza, de panaderías María Victoria.

Pocos experimentos caben en un dulce cuyo éxito está, primero en la tradición, y luego en el sabor que le confiere a la masa cada artesano. Aunque, como se aprecia en los últimos años, hay comensales que se adelantan a las fechas tradicionales -la víspera y el día de Reyes- y apuestan por contar con una de estas roscas trufadas de frutas escarchadas las fiestas de Nochebuena y Nochevieja. Cuestión de gustos.

Lo cierto es que ayer volvió a ser la jornada estrella. Sabedores del tirón de este postre, los pasteleros comenzaron a elaborar la masa el pasado lunes, con lo que estos días ya se han podido ver adornados los escaparates con este producto. Las ventas son tales que, por ejemplo, Don Carlos pone en sus pastelerías hasta un millar de unidades, mientras que María Victoria se acerca a esa cantidad con 900 roscones.

Eso sí, el postre es un producto perecedero donde los haya. Porque, como todo en la vida, una vez que expira el momento de la celebración, sus principales ingredientes se quedan viejos. ¿Por qué las mayores ventas se producen en la víspera y no el día de Reyes? «Los establecimientos están abiertos durante todo el día, mientras que mañana (por hoy) sólo abrimos por la mañaña», detalla Mariví Calabaza, quien asume que, personalmente, «me gusta tenerlo el día antes para levantarme y desayunar con los regalos y el roscón». Y las sorpresas. En el caso de Don Carlos, diminutos búhos, por ejemplo. En María Victoria son los propios reyes quienes se aparecen entre la nata o la crema para hacer protagonista al afortunado. Todo sea por un buen comienzo de año.