El escultor zamorano Ricardo Flecha tiene previsto finalizar esta semana una original talla de elevadas proporciones que será protagonista del nuevo Centro de Interpretación y Ruta Turística «Huellas de Pasión», que completa las funciones del Centro San Vicente Ferrer de Medina del Campo. La localidad vallisoletana ha elegido la creación de Flecha como icono, aunque la imagen también desfilará en la magna procesión extraordinaria que Medina tiene prevista para el próximo nueve de abril, con motivo del sexto centenario de las procesiones de disciplina locales.

La idea de esculpir a Cristo en brazos de la parca ya rondaba la cabeza de Flecha, quien realizó un boceto que llamó la atención de los responsables de Medina del Campo. «Es una imagen interesante porque es la primera vez que se representa», explica Flecha, que se marca como objetivo trabajar para «renovar» la iconografía religiosa de la Semana Santa. «No hemos hecho más que copiar las imágenes dulces de la imaginería del siglo XVII», señala el artista local, concienciado de que «si muere la imaginería, deja de tener sentido la Semana Santa». Para demostrar que esta disciplina artística ya evolucionó en el pasado, cita ejemplos novedosos en su tiempo como el Yacente y, más tarde, el de la Soledad de Ramón Álvarez.

La tarea no ha sido sencilla para Flecha. El autor del Barandales ha tenido que llevar un boceto de medio metro a un tronco de nogal de más de dos metros y medio. Únicamente resta la policromía del grupo, que también es original dentro del ámbito semanasantero. La imagen de la muerte va recubierta de una pátina compuesta por óxidos, mientras que Cristo muerto sí presenta un aspecto más convencional en su colorido.

La elección de la escena en la que la muerte sostiene a Cristo, aparte de inédita, viene de la convicción en un momento concreto de la Pasión. «La gran creencia se basa en la Muerte y Resurrección de Jesús. Es decir, que para que resucitara, Cristo tuvo que necesariamente que morir antes», apunta Ricardo Flecha en referencia a los tres días de espera antes del regreso a la vida. De esa realidad, ninguna referencia. Sí, sin embargo, de la muerte a secas. Como en el caso de Sevilla, cuya hermandad del Santo Entierro saca a la calle un paso en el que la Cruz -la vida- triunfa sobre la muerte, con la representación de un esqueleto que se conoce popularmente como «La Canina».

El centro de interpretación de Medina del Campo contará con esta singular obra en unas instalaciones que pretenden dar a conocer al visitante las características de la imaginería castellana. A su vez, la procesión extraordinaria con motivo del sexto centenario de las cofradías penitenciales -que se celebra el nueve de abril- sacará a la calle la creación del escultor zamorano, pese a que él mismo cree que esta obra «no está hecha para desfilar. En la procesión, el grupo escultórico tiene que estar hecho para competir con los impactos de la calle y, en este caso, la representación de la muerte puede pasar desapercibida», explica.

Antes de eso, el autor debe dar los últimos retoques a su obra. Ricardo Flecha, no obstante, ya es conocido en la Semana Santa vallisoletana. Concretamente, su obra «Nuestro Padre Jesús Resucitado» desfila cada Domingo de Pascua en la capital desde el año 1994 y fue la imagen del cartel promocional de la Pasión de Valladolid, también de Interés Turístico Internacional.