María Jesús Porto, presidenta de la Comisión de Violencia de Género del Colegio de Abogados de Zamora, niega el abuso de la nueva legislación para obtener mejores acuerdos en separaciones y divorcios para las mujeres. Recién incorporada a la Juta Directiva del Consejo Regional de la Abogacía, puntualiza que si se conocen denuncias falsas por maltrato es porque las mujeres han sido condenadas.

-El Colegio de Abogados mantiene un servicio de turno de oficio específico para atender a víctimas de violencia de género, ¿ha tenido una demanda importante?

-Sí, bastante. También contamos con un turno presencial en el que un abogado del Colegio atiende todo tipo de cuestiones, civiles, penales, laborales, fiscales, que puede interesar a una víctima de violencia de género y se le asiste como lo haría cualquier abogado en su despacho. Este segundo turno se realiza en virtud de un convenio con la Junta de Castilla y León y estamos intentando potenciarlo. Con el de oficio se les asiste desde el momento en denuncian en la policía, Guardia Civil o juzgado.

-¿Llegan más casos de mujeres que ya han denunciado o de aquéllas que todavía no se han decidido a dar el paso?

-Cada vez más personas quieren conocer las consecuencias de una denuncia, porque una vez formulada no está en sus manos retirarla, se sigue de oficio por la Fiscalía, no depende sólo de la víctima, por tanto, procuran asesorarse. Hay órdenes de alejamiento que se adoptan en contra del criterio de la víctima porque es necesario protegerla y, a lo mejor, en ese momento ella no es consciente de que ello.

-Una vez que inician ese procedimiento contra el maltratador, ¿qué porcentaje de casos continúa y cuántos se retiran?

-No conozco el porcentaje exacto de los que llegan hasta el final, pero es muy alto, normalmente las víctimas deciden continuar con el asunto. También es cierto que en las fases del procedimiento, como se alargan, las mujeres pasan por momentos de debilidad en los que están deseando contactar con el maltratador, se plantean echarse para atrás pero normalmente se mantieney los abogados les hacemos ver que cuando hay hijos menores también es preciso protegerlos a ellos.

-¿Los medios que tiene el Juzgado de Violencia de Género le impide actuar con la celeridad deseada?

-El problema general de lentitud que sufren los juzgados afecta a estos asuntos, aunque afortunadamente, gracias a la Ley específica, las medidas cautelares para proteger a la víctima se han de tomar en un plazo de 72 horas, esto es muy importante. Y el hecho de que este delito sea perseguido de oficio por el fiscal, aunque ellas retiren la denuncia, les anima a continuar con el procedimiento.

-¿Qué medios serían necesarios para conseguir que estos procedimientos durasen lo menos posible, como mucho un año?

-Adaptar los juzgados a las nuevas tecnologías, dotarlos del personal que necesiten, los jueces están demandando más medios materiales y humanos, la Administración de Justicia es la hermana pobre de las administraciones.

-¿Quizás debería crearse un juzgado específico en Zamora?

-Entiendo que sí, que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Zamora, que concentra todos los asuntos de violencia de género, tiene sobrecarga de trabajo porque recibe otro tipo de asuntos. Y acelerar la tramitación de las causas en el sentido de limitar la práctica de diligencias, por ejemplo, porque hay mucho trabajo, perjudica a todos, crea indefensión. Esperemos que con el tiempo se pueda ir solucionando.

-¿Cree que la mentalidad ha cambiado lo suficiente como para que se deje de cuestionar si las denuncias de maltrato son una estrategia para perjudicar a la ex pareja durante un divorcio? Se argumenta muchas veces que existe un porcentaje muy alto de denuncias falsas.

-Cuando las instituciones hablan de un porcentaje de denuncias falsas, se refieren a casos en los que esas mujeres ya han sido condenadas por falso testimonio. La realidad es que antaño, cuando la víctima podía retirar la denuncia y el fiscal no continuaba la investigación, sí se pudo utilizar para llegar a acuerdos en el convenio regulador del pleito civil, pero ahora no.

-¿Hay muchos casos de mujeres procesadas por denuncias falsas?

-No hay muchos, el porcentaje no es elevado.

-Como integrante de la Junta Directiva del Consejo Regional de la Abogacía, ¿qué cuestiones reivindicará?

-Estoy muy interesada en promover, desde la comisión que se me asigne, la conciliación de la vida laboral y familiar de las abogadas.

-Que son muchas, pero «pintan» muy poco, ¿no?

-Efectivamente no hay tantos cargos ocupados por mujeres como por hombres, cuando creo que somos más. Pero en lo que se refiere a la conciliación familiar tenemos un problema: El día que damos a luz, el siguiente y el siguiente, tenemos que continuar trabajando si no tenemos un despacho colectivo porque, aunque tengas empleados, la carga de los asuntos que tienes en trámite en el Juzgado pesa sobre ti.

-¿Y la Ley?

-La Ley de Igualdad de Mujeres y Hombres incluye una modificación en la Ley de Enjuiciamiento Civil para la suspensión de la vista y trámites, pero no dice por cuánto plazo, no se ha acordado nada. Cuando tuve a mis hijos, recibí notificaciones en el hospital y si recibes una sentencia, tienes que leerla porque si quieres realizar alguna petición de aclaración, por ejemplo, dispones de dos días de plazo.

-¿Cómo se las arregla una?

-Tuve la suerte de vivir en la misma planta en la que está mi despacho: Le decía al cliente que estaba ocupada que esperase, me iba a dar el pecho a mis hijos y luego volvía. Los quince días que estuve en casa de reposo, recibía todas las cartas y notificaciones del juzgado y si había que hacer un escrito, pues lo hacía. Y es que hasta los autónomos en cualquier sector tienen derecho al ser padres a un periodo de descanso. Una abogada no y esos primeros días son los más complicados, el hijo es prioritario y te absorbe las veinticuatro horas del día.

-¿Qué puede hacer desde su nuevo cargo?

-Cuando me presenté a la Junta de Gobierno de Zamora era uno de mis objetivos, he tratado de promoverlo. Sé que la jueza decana en Zamora ya es muy sensible a esta cuestión y la ha planteado en una comisión mixta que existe en Castilla y León de miembros de la judicatura y abogados. Espero que si no conseguimos modificar la Ley, podamos firmar un protocolo en breve. Ahora que estoy en el Consejo Regional tengo una línea más directa con la institución que puede conseguir ésto. Incluso escribí una carta a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, me telefoneó la jefa de comunicación, reconoció que era una necesidad, pero me indicó que debía promoverse desde el Ministerio de Justicia.

-¿Cuál sería el plazo adecuado para atender a los hijos recién nacidos y al tiempo no perder el ritmo de trabajo en el despacho?

-La Ley suspensiones de hasta 60 días, entonces, ¿por qué no evitar que a las abogadas que acaban de dar a luz se les notifique en un mes? Pedimos no tener noticias del Juzgado en un mes, que los plazos de notificaciones y actos procesales no corran. De forma automática y con la comunicación de la fecha del parto o días antes, si hay complicaciones, se debería acordar la suspensión no sólo de los juicios, sino de los procedimientos judiciales.

-¿El Consejo General del Poder Judicial no ha hecho nada?

-Hay colegios que lo están planteando pero no hay propuestas ni protocolo para la reforma legal.

-¿Qué problemas del día a día de la profesión le han hecho llegar a la decana de Zamora?

-Mantenemos con ella una relación fluida, el decano del Colegio ya se ha reunido varias veces. Hay bastantes disfunciones, incidencias, que es necesario corregir. Tenemos que procurar entre todos un mejor funcionamiento de la justicia.

-Una coordinación mayor.

-Sí. Da una mala imagen de la justicia al ciudadano el esperar mucho tiempo en el juzgado, que se señalen los juicios sin prever cuánto durarán, que un testigo esté toda la mañana para entrar en un juicio y se suspenda a última hora.

-¿La Justicia está abandonada?

-Sí. Si las administraciones dependieran del ritmo de los juzgados para hacer efectivo el cobro de sus reclamaciones, seguramente esto iría mucho más rápido. Cuando están implicadas en algún procedimiento judicial pueden ejecutar sus resoluciones, si la Agencia Tributaria reclama una deuda, la puede cobrar aunque se vaya al Juzgado.

-¿Litigamos más ahora?

-Sí, hay muchas más relaciones laborales que hace años; con la crisis han aumentado los pleitos; y existe más movimiento mercantil, económico, hay impagos...

-¿Qué asuntos son los más comunes?

-Hay mucho pleito civil, principalmente de familias; las reclamaciones de cantidad se han disparado: La gente no puede pagar y los acreedores tampoco esperar.

-¿Existen muchos casos de familias que no pueden hacer frente al pago de los gastos mensuales?

-El paro se traduce, sobre todo, en no poder atender las hipotecas. Se ha incremento la solicitud de justicia gratuita: Ahora estamos atendiendo reclamaciones de cantidad o se está solicitando el turno de oficio por autónomos. No era normal porque no cumplían los requisitos económicos; y tenían su asesor jurídico, ahora no pueden.

-Para las familias, ¿el caso será de difícil solución?

-Se negocia con el banco una refinanciación de la deuda, que no en todos los casos se puede porque se precisa de una garantía adicional que antes no era necesaria; o se ejecutan las hipotecas de las viviendas. Aunque en los casos que yo he llevado, la verdad, los bancos se han ofrecido a la negociación. He visto familias privadas de su vivienda y eso es para mí dramático.

-¿Les ha tocado hacer un poco de asistentes sociales, derivarles a otros organismos para ayudarles?

-Pues sí, desde aquí se les dirige a instituciones de la Junta de Castilla y León, a los Centros de Asistencia Social (CEAS) de Ayuntamiento de Zamora y Diputación, y a otros organismos que asisten en estos casos. Los CEAS orientan bastante bien a las familias, sobre las ayudas existentes.

Zamora, 1966

Lleva veinte años ejerciendo como abogada. Terminó la carrera en junio de 1989 y en septiembre estaba haciendo prácticas. Se colegió en enero de 1990. Recuerda sus inicios como «muy, muy difíciles. Son cosas que no se olvidan. Es una profesión que se sostiene en la confianza del cliente y cuando tienes 23 años, es muy complicado ofrecerla». Dispone de su propio despacho y, aunque la profesión requiere una máxima dedicación, el camino ya está más labrado. Coordinadora de la Comisión de Violencia de Género del Colegio de Abogados de Zamora, acaba de entrar en el Consejo de la Abogacía de Castilla y León.