Fe Hernández Martín, Zamora, San Lázaro. 89 años: «Si hubiera habido hospitales como lo de ahora creo que mis dos hijos no hubiera fallecido, uno al nacer, y otro con mes y medio»

Lesmes Vicente Álvarez, Montamarta, 86 años: «Teníamos pan gracias a un conocido del pueblo de mi madre iba a Carbajales y nos traía dos panes grandes a la semana»

Antolín García Díez, Vecilla de la Polvorosa, 74 años: «Las tierras las regábamos con el agua que sacaba la noria y en tres meses no íbamos a casa, de tal forma que con la comida nos traían muda»

Adelina Domínguez Rábano, Bretó de la Ribera, 80 años: «Fueron tiempos bastante duros. Pasé hambre y con diez años tenía que ir a ayudar a segar a mi abuela antes del alba»

Fermina Silva Morillo, Aspariegos, 86 años: «Tras servir desde los 14 años en una casa de Zamora fui a hacer compañía a mi abuela a Montamarta porque se había quedado sola»

Eusebio Merino García, Villalobos, 92 años: «El campo era muy duro. Los de ahora no aguantarían la dureza de las labores como las realizábamos por aquel entonces»

Lucio Vicente Tomé, Fuentespreadas, 91 años: «En mi pueblo siempre hubo encierros y en mi casa ponía como comida extraordinaria en Navidad un plato a base de berzas»