-¿Cómo un licenciado en Derecho acaba en una emisora de Sevilla realizando programas de flamenco?

- Estudié Derecho porque existía la facultad en Sevilla. Antes de concluir mis estudios, a través de un compañero, empecé en Radio Vida. En 1955 creamos un equipo importante para el programa de "Vida y Espectáculos" que llegó a hacerse todos los días de la semana, centrado en distintos aspectos, y que todavía sigue emitiéndose en Sevilla. Teníamos unos problemas con la Iglesia, porque se trataba de una emisora vinculada a los Jesuitas, y nos la querían cerrar. Recuerdo que un sacerdote, el padre Linares, viajó a Madrid con la idea de que nos cerraban la emisora. Desde el ímpetu de la juventud le dije que defendiera que la Iglesia tenía derecho a a tener una cadena de emisoras, propuesta que luego se llevó a cabo. Fui uno de los fundadores de Ondas Populares, la única emisora de pensamiento liberal que ahora existe.

- ¿Cómo comenzó en el mundo del flamenco?

- Cuando la emisora trasmitía desde las 8 de la mañana a la una de la madrugada transmitíamos de todo. Durante cinco años nos prohibieron emitir flamenco porque representa la identidad andaluza. Yo me crié en un ambiente fino, pero próximo al flamenco, y, tras muchos esfuerzos, pude hacer el programa. En esta etapa tuve una experiencia muy curiosa: fingí que hacía una retransmisión desde el Patio de la Montería, lo que entonces era imposible por la falta de medios. Emití lo mismo que el año anterior y expliqué que no era una retransmisión, pero mucha gente se perdió los detalles, y por Sevilla corrió la voz de que se hacía un programa de flamenco en directo. Tras mi amplia trayectoria en la radio, salí rebotado de Radio Vida, a consecuencia de un programa diario de flamenco "Fiesta y Duende".

- Desde 1967 a 1992 trabajó en Televisión Española.

- En la Transición, llevé dos tercios de la producción de Televisión Española. Era el responsable de los programas de producción ajena: todas las series, películas y documentales que se compraban fuera. Cuando me dieron un programa de flamenco- con entrevistas y coloquios, lo más parecido a "Fiesta y Duende"- comencé a tener problemas porque lo que les interesaba eran solamente las actuaciones. Aprovecharon una restructuración y me echaron en el 92.

- Para usted, ¿qué es el flamenco?

- Es oro de 24 quilates, que casi no se usa. Es esencia no dividida. El flamenco nace en 1864, y se habla de preflamenco a partir de 1805-1810 pero las raíces tienen más de 7.000 años. Se nutre de los veneros culturales de toda España: del garrotín asturiano, de letras de Extremadura, de las jotas castellanas que nutren las alegrías de Cádiz y las malagueñas.... El flamenco usa letra, música, casi siempre utiliza un instrumento de pulso y púa, voz y baile. La música española tiene unas grandes influencias, una raíz en común, unos movimientos, unos ritmos , unas cadencias ... que ya existían en las músicas del siglo XVIII. Constantemente el flamenco se diluye en música española. Este arte trabaja con argumentos, igual que la ópera, pero que lo que en ésta dura dos horas, en el flamenco se soluciona con unos versos, pero la emoción es la misma.

- ¿Hay mitos alrededor de él?

- Sí, todavía se ve como algo nocivo, como una vergüenza. El Poder está empeñado en hacerlo propio; en Andalucía están empeñados en convertirlo en una seña de identidad igual que el catalán en Cataluña, porque conmueve. El flamenco no entiende de fronteras y como prueba, ahora donde hay más escuelas de flamenco es en Japón.

- Apasionado del flamenco, defiende que haya cantaores payos.

- Sí, porque payo significa que es del país. El gitano viene de fuera y cuando hablan despectivamente, identifican como del país. Ningún gitano que no sea español puede tener acceso a esta música. En Ronda coincidí con unos holandeses que asistían a un espectáculo de flamenco en estado puro y estudiaban a Chopin y al flamenco porque se sentía del país que es Europa. Sólo existe esa resistencia en España. ¿Quién se puede quedar con el arte? Es universal.

- Usted en su intervención en el aula flamenca ha abordado...

- Aporté un testimonio de un gran artista que he conocido: "Naranjito de Triana", era un cantaor sevillano y lo conocí intensamente en una etapa de su vida. Pasé con él las tardes de sus últimos 15 días de vida.

- El futuro de este arte...

- Está garantizado. El flamenco se apoya en cuatro o cinco cantaores, unos pocos guitarristas, bailaores y bailaoras monstruosos que se mueren unos y nacen otros. En un momento dado, me planteé que dónde están los grandes artistas del XXI y, de repente, la hija de Enrique Morente se convirtió en una cantaora excepcional. Siempre se intenta desprestigiarlo, como en XIX hicieron los franceses, y ahora, hace la prensa rosa a través de algunos artistas.