El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León aboga por la incorporación de los profesionales en la sanidad pública

Su inclusión es clave para la salud ocular de la población, ahorrar costes al sistema público y retener el talento en la provincia

Emma Laguna, delegada provincial en Zamora. |  L. O. Z.

Emma Laguna, delegada provincial en Zamora. | L. O. Z.

La atención sanitaria es un aspecto fundamental que debe garantizarse a todos los ciudadanos. Sin embargo, existen áreas en las que se puede mejorar y optimizar el sistema público de salud. Una de estas áreas es la salud visual, donde la inclusión del óptico-optometrista en la sanidad pública se ha convertido en una necesidad imperante. Como evidencia de ello, ya son once las comunidades autónomas que han dado este paso, y es hora de que Castilla y León se una a esta tendencia.

En la actualidad, la sociedad está cada vez más consciente de la importancia de cuidar y mantener una buena salud ocular. La visión es uno de los sentidos más preciados, y las personas buscan garantizar que sus ojos estén en las mejores condiciones posibles. Los ópticos-optometristas están capacitados para realizar exámenes exhaustivos de la vista, detectar y abordar diversas condiciones oculares, y proporcionar consejos y recomendaciones para el cuidado de los ojos.

Luis Ángel Merino, decano del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, asegura que “no se puede demorar más la incorporación de estos profesionales si queremos que la población tenga una atención sanitaria pública de la visión correcta y completa”, un argumento compartido por Emma Laguna, la delegada provincial en Zamora.

Mejora del sistema

Su inclusión no solo beneficiaría a la población, sino que también supondría un ahorro significativo de costes para el sistema. Con una detección temprana de los problemas visuales se reduciría la necesidad de tratamientos más costosos y complejos en etapas posteriores.

Por otra parte, la inclusión de estos profesionales generaría ahorros en términos de recursos y costes administrativos, y evitaría la necesidad de derivar a los pacientes a otros centros o especialistas para la atención visual, lo que reduciría los gastos de transporte y tiempo.

La colaboración directa entre los ópticos-optometristas y otros profesionales de la salud como el médico oftalmólogo, permitiría una gestión más eficiente de los recursos

Asimismo, la delegada provincial sostiene que “la colaboración directa entre los ópticos-optometristas y otros profesionales de la salud como el médico oftalmólogo, permitiría una gestión más eficiente de los recursos, evitando repeticiones de pruebas y optimizando los procedimientos de atención, como ya sucede en la sanidad privada, en la que ambos complementan sus áreas de actuación”.

La incorporación de los ópticos-optometristas al SNS podría ahorrar en torno a 1.035.000 derivaciones anuales a la atención especializada. De esta forma, teniendo en cuenta que el precio mínimo de una visita especializada está en unos 70 euros, el ahorro neto estimado para el sistema sanitario público se situaría entre los 52-56 millones de euros a nivel nacional, 2 millones en Castilla y León.

La experiencia de otras comunidades autónomas que ya han implementado esta medida demuestra que es factible y efectiva, además de contribuir a afrontar uno de los problemas más acuciantes, las largas listas de espera para recibir atención de un especialista. Esperas que superan los tres meses y medio, en una provincia que cuenta con una población envejecida, con patologías que, si no se tratan y se detectan a tiempo, pueden derivar en grave pérdida de la visión.

Emma Laguna, Delegada Provincial en Zamora

Emma Laguna, delegada provincial en Zamora / L. O. Z.

Fuente de talento

En un momento en el que muchas áreas enfrentan dificultades para atraer y retener profesionales de la salud, la inclusión de los ópticos-optometristas en la sanidad pública puede ser una estrategia efectiva para abordar este desafío.

Castilla y León cuenta con estudios de Grado en Óptica y Optometría desde hace 25 años, con un alumnado en continúo aprendizaje

Un circuito en el que también es importante tener en cuenta que, al trabajar en estrecha colaboración con médicos, enfermeros y otros especialistas, los ópticos-optometristas pueden desempeñar un papel fundamental en la detección y seguimiento de condiciones oculares relacionadas con enfermedades sistémicas, como la diabetes o la hipertensión.

Cuestiones que adquieren aún más sentido si se tiene en cuenta que “Castilla y León cuenta con estudios de Grado en Óptica y Optometría desde hace 25 años, con un alumnado en continúo aprendizaje a través de cursos, ponencias y congresos a nivel nacional e internacional, que incorporan a sus gabinetes la más completa tecnología con la que detectar cualquier alteración visual”, tal y como señala Emma Laguna.

En definitiva, otra razón de peso para aprovechar el talento y la formación de los nuevos profesionales titulados que, hoy en día, se trasladan a otras comunidades y países en busca de trabajo.

Auge de la salud visual

Los ópticos-optometristas como profesionales sanitarios de la atención primaria en salud visual son cada vez más demandados por la sociedad. Esta demanda en constante aumento es un reflejo de la importancia y el valor que aportan al cuidado de la salud visual de las personas.

Una detección temprana para un tratamiento oportuno puede marcar la diferencia en la progresión y el manejo de estas condiciones

Uno de los factores que ha contribuido a la creciente demanda de los ópticos-optometristas es la conciencia pública sobre la importancia de la detección temprana de enfermedades oculares. Muchas condiciones oculares, como el glaucoma o la degeneración macular, no presentan síntomas evidentes en las etapas iniciales. Sin embargo, una detección temprana para un tratamiento oportuno puede marcar la diferencia en la progresión y el manejo de estas condiciones.

Además, realizan una labor de asesoramiento sobre hábitos saludables para mantener una buena visión, como el uso adecuado de gafas de sol y la implementación de pausas visuales en actividades que implican un uso prolongado de pantallas. Estas medidas preventivas son fundamentales para preservar la visión a largo plazo y reducir la incidencia de problemas oculares.

Por tanto, es crucial que se les otorgue el estatus y la inclusión adecuados en la sanidad pública para que puedan desempeñar su papel de manera efectiva y satisfacer las necesidades de la sociedad, por lo que COOCYL está a la espera de ser recibido por el consejero de Sanidad, tras una primera reunión con el anterior director general de Asistencia Sanitaria, Francisco Javier Vadillo.