Cuando el coronavirus logró penetrar en una residencia de ancianos de Zamora dejó tras de si un reguero de contagios y sobre todo de muertes. Ocurrió en centros púbicos y privados, con ánimo o sin ánimo de lucro, residencias de empresas y municipales y sin importar si era un gran geriátrico o una pequeña instalación.
Prácticamente todos se han visto afectados en mayor o menor medida en las sucesivas olas por los contagios, aunque 18 de los 64 contabilizados lograron sortear las consecuencias más graves, los fallecimientos. De los 362 residentes fallecidos 189 murieron en el propio geriátrico, en tanto que el resto llegó al hospital, aunque murió en el centro sanitario.
Es la conclusión que se extrae de la publicación de todos los datos de lo que ocurrió en las residencias de Zamora, facilitados por la Consejería de Familia en el portal de Transparencia de la Junta una vez que la Justicia haya obligado a ello.
Por lo conocido ahora la residencia donde más muertes ha provocado el coronavirus, 29, ha sido la Mixta de Los Valles de Benavente, que depende de la Gerencia de Servicios Sociales. Le siguen una privada mercantil, San Gregorio de Zamora y otra privada sin ánimo de lucro, Reina de la Paz de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (conocida en tiempos como el asilo), cada una de las cuales asistió a 28 óbitos.
La otra residencia de la Gerencia de Servicios Sociales en Zamora, la de los Tres Árboles enterró a 26 residentes y la de San Agustín, de Cáritas en Toro 24. Otra privada mercantil, Domus VI de Puerta Nueva cierra la lista de residencias con más fallecidos, con 20 muertes. En buena parte de estos geriátricos, sobre todo los primeros citados, los fallecimientos se produjeron en la propia residencia, sin que los afectados llegaran al hospital.
Centros sin fallecidos
En el lado opuesto 18 geriátricos no han registrado ni un solo fallecido y solo una, la pública del Ayuntamiento de Montamarta ha salvado las siete olas del coronavirus sin un solo contagio, casi un milagro. Hay otros dos centros sin fallecidos ni contagios, aunque abrieron una vez pasado lo más duro de la pandemia: María Teresa Blanco, de Trabazos, inaugurada en septiembre de 2021 y la Fundación La Paz, en Moraleja de Sayago, que abrió en mayo de 2022.
Porcentajes
Si se relacionan la cifra de fallecidos con la residentes totales encabeza el ránking la residencia municipal Vidriales, de Santibáñez de Vidriales, que con 33 plazas ha visto morir a ocho residentes (casi uno de cada cuatro). Eso si hay que hacer una salvedad, los datos se refieren a un periodo prolongado de tiempo, con lo cual se van produciendo variaciones tanto en número como en personas concretas que viven en cada geriátrico.
Algo parecido ocurrió en Sotochico, la residencia dependiente del Ayuntamiento de Argujillo, donde murieron seis personas, el 24% de las que residen allí. La Milagrosa, de Corrales, dependiente del Ayuntamiento, contabilizó 17 fallecidos, en 23%, la de San Agustín de Cáritas en Toro 24, el 22% del total, y la Virgen del Canto, de la Diputación también en Toro 9 fallecidos, casi el 22% del total.
Las olas
Los datos muestran cómo fue la primera ola del coronavirus la que con más dureza castigó a la sociedad en general y las residencias en particular. Así del 14 de marzo al 30 de abril, en mes y medio, fallecieron en las residencias de Zamora 109 ancianos por coronavirus, a los que habría que añadir otros doce entre el 1 de mayo y el 21 de junio.
El segundo periodo se llevó por delante la vida de 178 residentes de Zamora entre el 22 de junio de 2020 el 14 de marzo de 2021, que se corresponde con la segunda y tercera olas del COVID.
El resto de olas han sido más suaves aunque la sexta (octubre-21 a marzo 22) mató a 27 residentes.
IMPACTO COVID COMPLETO EN LAS RESIDENCIAS DE ZAMORA, AL DETALLE, PULSANDO AQUÍ
