La España Vaciada se mueve, pero sigue sin ver resultados. La lucha social y política contra la despoblación suma apoyos, buenas palabras, horas en televisiones y radios, páginas en los periódicos y conversaciones en el bar; pero las soluciones no llegan. Hace justo un año, las asociaciones volcadas en la batalla demográfica se reunieron en Fuentes de Ropel para presentar, por primera vez en Castilla y León, su modelo de desarrollo para impulsar el medio rural. Aquel día, miembros de los colectivos provinciales y autonómicos se cargaron de argumentos, lanzaron ideas más o menos concretas, debatieron con pasión y lanzaron un mensaje de esperanza, pero han pasado 365 días y “los avances son muy tímidos”.
Pasos lentos y vaciado rápido
El encargado de poner voz a esa realidad es el portavoz de la Coordinadora Rural de Zamora, Chema Mezquita, que reconoce que la lentitud de los pasos va desacompasada con la velocidad del vaciamiento. Según las cifras oficiales, la provincia tiene hoy 1.531 vecinos menos que cuando se produjo aquel encuentro en Fuentes de Ropel. La propia localidad que sirvió como sede de la presentación perdió 4 de sus 372 habitantes en el último año, y casi puede darse por contenta. En ciertas comarcas, la caída está siendo fulminante.
Es verdad que nadie esperaba un giro radical, pero sí cabía la esperanza de hallar pronto unos brotes verdes que, por el momento, no se intuyen. En esta fase, los propios colectivos tienen claro que Zamora se aferra más a las promesas realizadas que a hechos tangibles, una circunstancia que mantiene soliviantados a determinados grupos. Este fin de semana, Jóvenes de Castilla y León remarcó de nuevo la necesidad de intervenir para evitar que provincias como esta vean cómo más de la mitad de las personas nacidas en su territorio viven ya en otros lugares.
Mezquita alude a esas promesas cuando se refiere a lo sucedido en el último periodo electoral. Castilla y León votó en febrero de este 2022, y los pueblos se convirtieron en un desfile de promesas que el portavoz de la Coordinadora Rural define como “un gran terremoto”. Lo que ocurre es que “pasa esto y todo se queda en un enorme vacío”, explica el activista contra la despoblación, que pone a la Sanidad como ejemplo de aquellas cuestiones que ocupan titulares grandilocuentes para luego quedar condenadas al olvido.
“Todo sigue siendo muy piramidal y de arriba a abajo”
Mezquita sigue echando en falta una colaboración real con las instituciones y con la clase política: “Todo sigue siendo muy piramidal y de arriba a abajo”, asevera el responsable de la Coordinadora Rural, que ahora hace un año apuntó en su intervención a la necesidad de apoyar una estrategia inversa, surgida de las propias comarcas y dirigida a solucionar los problemas de quienes viven en ellas.
“Ese es un problema que ahora mismo no estamos siendo capaces de revertir”, desliza Mezquita, que lamenta la visión “utilista” que tienen los políticos de los pueblos, sin que el problema se sitúe como una prioridad real en la agenda del día a día.
En esa línea, el portavoz de la Coordinadora Rural cita, sin ir más lejos, la gestión de los fondos europeos, que tanto están dando que hablar en los últimos meses: “No parece que esté habiendo muchos pasos para facilitar el acceso a ese dinero desde los pueblos”, subraya Chema Mezquita, que empieza a percibir cómo ese tren también se irá alejando si nadie lo remedia pronto.
A pesar de ello, la Coordinadora Rural y el resto de las asociaciones que componen el tejido social de lucha contra la despoblación aguantan el pulso para tratar de sostener a sus pueblos: “Nosotros todavía tenemos ganas”, afirma Mezquita, que tuvo que asumir “una auténtica locura de trabajo” para que la estrategia presentada el año pasado viese la luz.
Con todo, el representante zamorano acepta que “a veces es frustrante luchar y que el resto mire para otro lado”, pero sostiene que las ganas se mantienen “porque todavía queda mucho por hacer”. “Es muy importante la unión, que la gente se asocie y que haya una línea de trabajo conjunto”, apostilla Mezquita, que anima a las gentes de la provincia a movilizarse por su pueblo.
Esa implicación de la propia población de las comarcas también se demandó en aquella cita celebrada en Fuentes de Ropel, un evento en el que la rebeldía de las asociaciones permitió abrir una ventana a la esperanza en el medio rural. Esa rendija sigue ahí, desde la misma certeza que entonces: “Ser pocos no nos quita derechos”.
La convivencia entre la lucha política y social es una realidad en la región
La convivencia entre la lucha contra la despoblación desde la política y desde el activismo social ya es una realidad en Castilla y León. El debate sobre la conveniencia de dar el paso hacia las urnas no está ni mucho menos cerrado, pero los hechos consumados tras las Elecciones Autonómicas del pasado 13 de febrero han conducido a los distintos actores hacia la misma realidad.
El éxito electoral de Soria YA, que siguió los pasos de Teruel Existe en las últimas Elecciones Generales, ha puesto de manifiesto la posibilidad de recoger el descontento de los territorios despoblados para transformarlo en votos. Mientras, los sonados fracasos de otras provincias hablan de la necesidad de un trabajo previo para que el mensaje cale. “Son caminos distintos pero, pase lo que pase en la política, hay que seguir reivindicado desde la vía social”, defiende Chema Mezquita.
La demanda de conexiones y proyectos dinamizadores sigue vigente
Las asociaciones que luchan contra la caída demográfica en provincias como Zamora demandan que las infraestructuras y los proyectos dinamizadores que se han prometido a lo largo de los años se acaben convirtiendo en realidad. Así lo indica el representante de la Coordinadora Rural, Chema Mezquita, que concreta sus peticiones, por ejemplo, en la necesidad de impulsar la autovía hacia Portugal.
A juicio del activista contra la despoblación, en estos momentos, lo único que pretende el Gobierno es actuar “para que no caduque la declaración ambiental”, pero sin más avances de cara a concretar la demandada conexión por Aliste. En cuanto al resto, Mezquita espera mejores noticias de Monte la Reina y que terminen los cruces de reproches en otros casos como el de la biorrefinería de Barcial del Barco.
