Zamora representa un hito en la conservación de aves esteparias en Castilla y León. La provincia se encuentra a la cabeza de la región en población de estas especies. Las Lagunas de Villafáfila tienen "la culpa", si bien hay otros territorios zamoranos que contribuyen a asentar aves, algunas de ellas, en grave peligro de extinción.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha realizado en los últimos tres años una revisión completa del estado de conservación de las principales aves esteparias en Castilla y León: avutarda, sisón, alondras ricotí, ganga ibérica, ganga ortega, aguilucho cenizo, aguilucho pálido o cernícalo primilla. Salvo en el caso de la avutarda, que mantiene poblaciones estables a nivel autonómico, el resto de especies muestran importantes descensos poblacionales, con numerosas extinciones locales.

Por este motivo, la Junta lleva a cabo instrumentos de ordenación y planificación territorial que permitan asegurar poblaciones viables del conjunto de estas especies, como la publicación del mapa de Zonas de sensibilidad ambiental para las aves esteparias en Castilla y León o la futura elaboración del Plan de manejo de las aves esteparias en Castilla y León.

Lagunas de Villafáfila (Zamora) E. F.

Únicas en Europa

Las aves esteparias constituyen un conjunto de especies extraordinariamente original en el contexto europeo, reflejo de la propia originalidad de los hábitats que ocupan: medios abiertos áridos o semiáridos, de amplios horizontes, con escasez de arbolado y dominados por comunidades herbáceas o matorrales ralos. Estos medios han estado presentes de forma natural en la península ibérica desde hace milenios debido a los ecosistemas generados por la agricultura de secano y la ganadería, especialmente la agricultura de cereales y leguminosas y el pastoreo de ovejas.

Esta alianza entre actividad agroganadera y aves esteparias se ha mantenido al menos hasta mediados del siglo pasado, pero la intensificación y los grandes cambios producidos desde entonces, especialmente durante el siglo actual, han comprometido esta favorable convivencia, de ahí que el grupo de aves esteparias o agrarias registre en conjunto la peor evolución poblacional en los últimos tiempos. Esto está provocando un constante declive de sus poblaciones, tanto en Castilla y León, como en España o en el conjunto de Europa.

Conservación de las aves esteparias (en negrita, las de Zamora)

A grandes rasgos, las áreas más importantes para la conservación de este conjunto de especies en Castilla y León son:

Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora)

Penillanuras de Tierra de Campos (Zamora-Valladolid- Palencia-León)

Páramos de Benavente - Villamandos (Zamora-León)

Valdería (León)

Oteros (León)

Páramos de La Cueza (Palencia)

La Loma - Camino de Santiago (Palencia)

Melgar-Castrogeriz (Burgos)

Páramos de Masa-Sedano-Cernégula (Burgos)

Loras de la Pata del Cid - Sargentes (Burgos)

Campiña de Zael (Burgos)

Páramos del Cerrato (Palencia-Burgos)

Páramo de Corcos-Valtiendas (Burgos-Segovia)

Páramos de Barahona y Layna (Soria)

Campiña de Taroda (Soria)

Páramos de Monteagudo-Fuentelmonge (Soria)

Comarca de Gómara (Soria)

Páramos de Aldehuela-Arancón (Soria);

Páramos de Calatañazor (Soria)

Páramos y campiñas de Boceguillas-Riaza (Segovia-Soria)

Páramos del norte de Sepúlveda (Segovia)

Campiña de Marazuela-Santa María (Segovia)

Campiña de Olmedo-Coca (Valladolid-Segovia)

Campo Azálvaro (Ávila)

La Moraña sur (Ávila)

La Moraña norte - Campiña Sur - Campo de Peñaranda (Ávila-Valladolid-Salamanca)

Campiñas de Campos de Alba (Salamanca)

Cantalpino (Salamanca); La Armuña (Salamanca)

La Guareña (Zamora-Salamanca)C

Campiña de Villalar (Valladolid)

Páramos de La Horca - Alto del Mayo (Valladolid-Zamora)

Páramos de Tiedra - Villafrades (Valladolid)

Tierra del Pan - Raso de Villalpando (Zamora-Valladolid)

Páramos de Castronuevo - Cabezón (Valladolid).

Asnar común, en Villafáfila (Zamora) Cedida

Avutarda: la maravilla de las Lagunas de Villafáfila

En 2019 se abordó el tercer censo regional de avutardas, tras los realizados en 1998 y 2008. Se prospectó una superficie de 11.895, 65 km2, con casi 13.000 km recorridos, localizándose un total de 14.787 avutardas, 6.642 machos, 5.858 hembras y 2.287 indeterminados, la cifra más elevada de la serie histórica. Durante su periodo reproductor está presente en todas las provincias a excepción de Soria, donde únicamente está presente durante el periodo estival, cuando recibe una importante población de avutardas, especialmente de machos, procedentes de las poblaciones reproductoras de Madrid y Castilla-La Mancha. Aunque la especie presenta un área de distribución muy extensa, de aproximadamente 10.652,82 km2, el 90% de su población se localizan en Zamora, Valladolid y Palencia.

Su evolución muestra una relativa estabilidad poblacional a nivel de la comunidad. A grandes rasgos, sus poblaciones aumentan en las comarcas de Tierra de Campos, Tierra del Pan y Los Oteros, así como en los pequeños núcleos más o menos aislados de la provincia de Segovia, mientras que disminuyen en La Armuña, Campo de Peñaranda - Tierras de Alba, La Guareña, Tierra de Campiñas, La Moraña y El Payuelo (León).

La red de ZEPA de Castilla y León alberga el 67% de esta población, siendo la ZEPA y Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, con 2.592 avutardas, el espacio que alberga un mayor número, siendo a su vez el área con mayor densidad mundial de la especie, con 8,0 avutardas/km2.

La ganga ortega, en Zamora

La ganga ortega, aunque también muy escasa, presenta una distribución mayor y más continua, con dos grandes núcleos principales. Uno en los páramos ibéricos (Soria y áreas contiguas del sur de Burgos y este de Segovia) y otro en las campiñas meridionales (Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora), a los que hay que sumar núcleos menores, más aislados y próximos a su desaparición, situados al norte del río Duero, siendo el más importante de estos el presente en la Reserva Natural y ZEPA Lagunas de Villafáfila.

En las dos últimas décadas ambas especies han reducido y fragmentado sustancialmente su área de distribución, con descenso superiores al 50% en el caso de la ganga ibérica y superiores al 60% en el caso de la ganga ortega.

El sisón

En 2020 se abordó un censo de sisón que abarcó la totalidad del área de distribución conocida durante las últimas dos décadas, así como algunas áreas no muestreadas con anterioridad con hábitat apropiado o próximas a zonas con presencia conocida de la especie. En total se muestrearon 300 cuadrículas UTM 10x10, y más de 5.000 estaciones de escucha, estimándose una población que ronda los 1.000 machos reproductores. La especie se localiza fundamentalmente por el oeste y noroeste de la comunidad, en las provincias de León, Zamora y sus límites con Valladolid (La Valdería, Oteros, páramos de Benavente – sur de León y Villafáfila y su entorno), con núcleos de menor extensión territorial repartidos por campiñas y distintos páramos, de todas las provincias de la comunidad, siendo los más relevante de todos ellos el presente en los campos y páramos del este y sur de Soria. El conjunto de ZEPA de Castilla y León albergan menos de 400 machos de sisón. Son las Lagunas de Villafáfila y Oteros-Campos los espacios que mayor número de sisones albergan

La alondra ricotí

Entre 2019, 2020 y 2021 se ha realizado una revisión completa del estado de conservación de todas las poblaciones conocidas de alondra ricotí en Castilla y León, muestreándose la totalidad del hábitat considerado como óptimo para la especie, que asciende a 33.913 hectáreas, un escaso 0,36% de la comunidad. Su población ha sido estimada en 958 machos, localizándose el 93,3% en las altas parameras de Soria. La especie se ha extinguido de los núcleos históricos recientes de Zamora (Arribes y cañones del Duero y entorno de la sierra de La Culebra), Palencia (páramos del Cerrato), Burgos (Casanova) o de amplias áreas de Soria, con reducción y fragmentación de buena parte de los principales núcleos sorianos, que se traduce en una reducido casi un 60% su tamaño poblacional y un 50% en su área de distribución en los últimos 15 años. Este declive parece haberse incrementado en el último año, entre 2020 y 2021, probablemente como consecuencia de las extremas condiciones ambientales provocadas por la borrasca Filomena, acelerando la ya de por si negativa tendencia poblacional registrada con anterioridad.