El Ayuntamiento de Zamora ha advertido de que cualquier proceso de compraventa que se produzca sobre el conjunto de las aceñas de Olivares será completamente ilegal, debido a que la única propiedad del inmueble pertenece a la Confederación Hidrográfica del Duero. El alcalde, Francisco Guarido, ha salido al paso de la colocación de un cartel de “se vende” en la fachada exterior de los molinos que ha hecho saltar todas las alarmas. Una situación a la que se ha llegado tras varias décadas de problemas al respecto y en la que el regidor ha involucrado a la comunidad de regantes Valbueno, a Leche Gaza y a los particulares José Luis Calvo Rosón y Fernando Calderón Hernández.

El relato que ha derivado en este intento de venta de las aceñas de Olivares arranca en el año 2017, cuando el servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Zamora informa a la Alcaldía de que se está tramitando un impuesto de plusvalías relacionado con una compraventa de este monumento. De una parte, José Luis Calvo Rosón, en representación de la Comunidad de Regantes del Canal de Valbueno, cuya principal figura es Leche Gaza y en la que se encuentra también representado Fernando Calderón Hernández. Y, de la otra parte, la denominada Comunidad de Bienes Aceñas de Olivares, en cuyo nombre actúa el propio Fernando Calderón Hernández. “Digamos que se produce una autoventa, desde la Comunidad de Regantes de Valbueno hacia la Comunidad de Bienes Aceñas de Olivares”, ha señalado Guarido.

En ese documento de compraventa, puesto que existe una escritura que así lo atestigua, se explicita que el objeto de la operación es “una finca que consta de cuatro casetas de aceñas derruidas”. Un dato sorprendente, habida cuenta de que este documento se firma en el año 2017, cuando el conjunto molinero se encuentra ya a pleno rendimiento turístico después de las sucesivas reformas ejecutadas desde el año 1998 por parte del Ayuntamiento de Zamora y en muchos casos con fondos europeos.

Aspecto que presentan en la actualidad las aceñas de Olivares. Emilio Fraile

El precio de esta transacción es la segunda de las sorpresas: 1.000 euros. Una valoración irrisoria para una pieza fundamental del patrimonio histórico de Zamora. Sin embargo, pasados pocos meses, el inmueble sí que adquiere un valor que podría aproximarse a la realidad. “En un momento dado del año 2018, Fernando Calderón se pone en contacto con el Ayuntamiento de Zamora para ofrecer las aceñas de Olivares por 600.000 euros”, ha desvelado el regidor municipal.

Toda vez destapado este asunto, el Ayuntamiento de Zamora se pone en contacto con la Confederación Hidrográfica del Duero para que tome conocimiento. “A nuestro juicio, el único propietario es la CHD, de manera que cualquier operación de compraventa al margen de esto es ilegal”, ha comentado Guarido. Sin embargo, el organismo de la cuenca “ha hecho caso omiso” a todas las comunicaciones realizadas desde la institución municipal.

Por el contrario, Confederación sí ha contestado a una petición de información acerca del conjunto de las aceñas de Gijón, del que se dice desde el propio organismo que “no puede aceptar la pretensión de un particular por tratarse de un bien de dominio público por naturaleza, que es inalienable, imprescriptible e inembargable”. De esta manera, en el Ayuntamiento de Zamora entienden que “lo que vale para las aceñas de Gijón, vale para las de Olivares”, por lo que no hay lugar a ningún tipo de transacción entre particulares.

Más aún, Francisco Guarido ha aclarado que la Comunidad de Regantes del Canal de Valbueno tan solo tenía el derecho de uso de las aceñas de Olivares. Un derecho que, primero, en ningún caso otorga propiedad sobre el inmueble. Y, en segundo lugar, se pierde en el momento en que transcurren tres años seguidos sin actividad. “Eso ocurrió a finales de los años 70, por lo que, desde entonces, cualquier título de uso está extinto”, ha expresado el alcalde.