Sanidad calcula que hay una bolsa de unos siete mil jóvenes de 20 a 40 años que está aún sin vacunar y se plantea como objetivo captar a esas personas porque de otra forma va a ser muy difícil llegar al 90% de inyectados que es el nivel que marca la inmunidad de rebaño. Es en estas edades jóvenes donde hay un mayor porcentaje de personas sin vacunar, en torno al 33% entre los 12 y los 19 años y un 25% de los 20 a los 40 años, en ambos casos bastante inferior a la inmunización en otros tramos de edad e incluso en esos mismos tramos de otras provincias.

Por ello se va a continuar con las recaptaciones permanentes y de cualquier edad mediante los sistemas de autocita para unas vacunas que se pondrán en centros de salud y el hospital sobre todo después de que el día 30 se cierren los vacunódromos de Ifeza y el Centro de Negocios de Benavente, una vez finalizadas las inmunizaciones masivas.

Las últimas recaptaciones, dijo San Damián, han tenido una respuesta escasa, aunque la delegada territorial se muestra convencida de que el grupo de “negacionistas” no es tan numeroso en Zamora y seguramente sean otras circunstancias las que lo expliquen. “La vacuna es importante porque se trata de proteger no sólo a las personas que no la tienen puesta, sino a toda la sociedad, especialmente los más frágiles”, indicó la delegada de la Junta.

De momento Zamora tiene vacunas suficientes para afrontar las necesidades de la población que falta por vacunar. Esta semana, por cierto, sólo van a llegar dosis de Pfizer y no muchas, 4.680, dentro del descenso general en toda la comunidad.

En Zamora están vacunadas 139.526 personas con las dos dosis, un 81,72%, mientras un 84,16% está con una dosis.

El Centro de Coordinación Operativa Integrada deja de funcionar

Con la eliminación del nivel 1 y el paso a “riesgo controlado” el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) celebró ayer su última reunión semanal, salvo que un repunte vuelva a activarlo en un futuro. La delegada de la Junta certificó la buena situación de Zamora, con una incidencia de 41 casos por cien mil habitantes, cuando en la quinta ola llegó a estar muy cerca de los mil.

El “riesgo controlado” significa, en general la eliminación de aforos en todos los establecimientos y el permiso para llevar a cabo prácticamente todas las actividades, pero en la práctica esta “barra libre” tampoco va a ser tal, debido fundamentalmente a que siguen vigentes las normas básicas de mantener la distancia de seguridad a metro y medio y el uso de mascarillas en espacios cerrados.

En la práctica, aunque un bar o una tienda tenga libertad de aforo el deber de mantener la distancia hace que en realidad sí tenga que limitar el cupo. Lo mismo ocurre por ejemplo, a la hora de organizar una procesión o una verbena, actividades que no están prohibidas por sí, pero que son difíciles de llevar a cabo ya que es obligatorio evitar las aglomeraciones. De momento, indicó la delegada de la Junta, no se están registrando problemas con el ocio nocturno.

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