El madrileño todoterreno Juan Carlos Librado, más conocido como Nene, cambió los focos del césped por los del teatro hasta coronar la gran pantalla. El cómico llega a las “Noches de Humor en Zamora” después de su éxito con la película del verano “Operación Camarón”. El exfutbolista que de dos patadas le dio la vuelta a su vida, es hoy un profesional de la comedia reconocido a nivel nacional.

–¿Humorista se nace o se hace?

–Yo creo que un poco se hace, aunque tienes que nacer con algo diferente a los demás porque los humoristas no podemos evitar reírnos de todo constantemente. Se ven cositas de pequeño que luego te pueden hacer que tires por la comedia, pero uno se tiene que hacer a ello. El buen cómico se hace.

–¿Cómo fueron sus comienzos sobre el escenario?

–La verdad es que no me pudo ir mejor cuando empecé. Me presenté a un concurso de monólogos a nivel nacional del antiguo canal Paramount Comedy, la cadena que los empezó a dar a conocer en España, y lo gané. Empecé a trabajar con el canal asiduamente y la verdad es que no tengo queja de mis inicios, no te puedo contar historias de que fueran duros.

–¿En qué momento decide colgar las botas para coger el micrófono?

–El último año que jugué al fútbol ya lo compaginaba con las actuaciones de monólogos, así que vi que era un buen momento para retirarme. En el fútbol había disfrutado ya mucho, llevaba toda la vida jugando. Fue una buena decisión.

–¿Qué recuerda con más cariño de sus años cómo futbolista?

–Lo mejor que me llevo son las amistades, tengo seis o siete compañeros que se convirtieron en amigos íntimos, eso es lo más bonito que me ha dejado.

–En el humor todo vale.

–Sí, por supuesto. Yo creo que, tratado con humor, con un buen punto de vista y en el contexto adecuado se pueden hacer bromas de todo.

–¿Qué opina de la autocensura?

–Una cosa es que piense que en el humor se puede hacer de todo y otra cosa es que tenga en cuenta el infantilismo que impera en la sociedad. Antes de oír la queja de muchos tontos que no conozco de nada por un chiste que no les haya gustado, me callo. Creo que los idiotas están ganando la batalla y muchos de nosotros no nos metemos en temas complicados por no aguantarlos en las redes sociales.

–¿Hay algún tema que siempre funcione en el escenario?

–Después de 15 años de carrera sé que hay temas que funcionan siempre, aunque están muy manidos y muy pasados de moda. Los tópicos regionales siguen funcionando, muy a nuestro pesar, la guerra de sexos entre hombres y mujeres también.

–Como humorista y actor ha pasado por la gran pantalla del cine, por platós de televisión y actuado en numerosos teatros, ¿con cuál de los tres se quedaría?

–Yo me quedo con los monólogos, con el “stand up comedy”. Yo creo que como disciplina artística es la más difícil que puede haber sobre un escenario porque no te puedes defender con nada más que con un micrófono y los chistes que se te ocurren. Además, necesitas una respuesta inmediata porque la gente se tiene que reír sí o sí. Aun siendo la más difícil, es la disciplina en la que más libre me siento.

–Llega mañana a Zamora con el espectáculo “¡Que me jodan!”, ¿qué puede esperar la gente de esta actuación?

–Es un espectáculo que, como te he dicho antes, yo siempre intento huir del humor blanco, del humor tonto sin más. Muchos de los temas que trato pueden acercarse a los límites del humor. Hablo de religión, política, ecologismo. Es un espectáculo bastante canalla, bastante cafre y con unas dosis de humor negro bastante altas.