Restricciones en Zamora

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, restableció ayer la movilidad entre las provincias de Castilla y León que venía funcionando desde el 15 de enero y se terminará a las 00.00 horas del próximo sábado (doce de esta noche de viernes). El levantamiento de esta restricción se circunscribe exclusivamente al movimiento entre provincias, de tal forma que la gente podrá viajar, por ejemplo, desde Zamora a cualquiera de las provincias de la región. Pero el cierre perimetral de la comunidad se mantiene, es decir, desde Zamora no se podrá viajar a Madrid o Galicia, por poner dos ejemplos.

Es la compensación de la Junta después de la nueva vuelta de tuerca que supuso la limitación horaria de hostelería y comercio no esencial desde las ocho de la tarde, a pesar de la anulación del toque de queda a esa hora por parte del Tribunal Supremo.

También se han suavizado las normas que afectan a los cultos religiosos, sobre todo al eliminar la concentración máxima de 25 personas en cada oficio, aunque se mantienen en este caso exigentes normas de higiene y al aforo máximo en un tercio de la capacidad de los templos.

Las normas de la Junta obligan a realizar diariamente en los templos “tareas de limpieza y desinfección de los espacios dedicados al culto y de manera regular se reforzará la desinfección de los objetos que se tocan con mayor frecuencia, así como las tareas de ventilación”. Ordenan “organizar las entradas y salidas para evitar aglomeraciones de personas en los accesos e inmediaciones de los lugares de culto”.

Los coros podrán cantar en las iglesias, a cuatro metros de distancia y con la mascarilla puesta

“Se pondrá a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, debidamente autorizados y registrados, en lugares accesibles y visibles y, en todo caso en la entrada del lugar de culto. Dichos dispensadores deberán estar siempre en condiciones de uso. No se permitirá el uso de agua bendecida y las abluciones rituales deberán realizarse en casa”, señala la Junta, práctica que en la mayor parte de los templos ya se cumple.

Otras indicaciones son las de “facilitar en el interior de los lugares de culto la distribución de los asistentes señalizando, si fuese necesario, los asientos o zonas utilizables en función del aforo permitido en cada momento. En los casos en los que los asistentes se sitúen directamente en el suelo y se descalcen antes de entrar en el lugar de culto, se usarán alfombras personales y se situará el calzado en los lugares estipulados, embolsado y separado. Se limitará al menor tiempo posible la duración de los encuentros o celebraciones”.

Durante el desarrollo de las reuniones o celebraciones “se deberá evitar el contacto personal así como tocar o besar objetos de devoción u otros objetos que habitualmente se manejen”.

Por último, “en el caso de actuaciones de coros durante las celebraciones, estos deberán situarse a más de cuatro metros de los asistentes y mantener distancias de seguridad interpersonales entre los integrantes, así como usar la mascarilla en todo momento”.

Estas son las primeras y tímidas medidas de levantamiento de las restricciones, algo a lo que se muestran muy reacios los responsables autonómicos a pesar de la buena evolución de una pandemia que, tal y como reconoció la consejera de Sanidad, Verónica Casado, está bajando tan rápido como subió en enero.

La medida de la movilidad entre provincias se adoptó, junto con el toque de queda, el pasado 15 de enero y venía a complementar las restricciones que se habían adoptado un par de días antes correspondientes al nivel 4 de riesgo.

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