La sangría se intuía, pero ahora se constata con datos. Los ofrece el Instituto Nacional de Estadística. Y son desoladores. En el año 2020, los hoteles de la provincia de Zamora perdieron 182.000 viajeros respecto a las cifras del ejercicio inmediatamente anterior. Una catástrofe para el sector que ha dejado en cuidados paliativos a buena parte de los negocios que operan tanto en la capital como en los pueblos. Las pernoctaciones cayeron hasta límites insospechados y las pérdidas en este ámbito se cuantifican por encima del 65%. Un crítico escenario al que se le suma la parálisis de facto que sufre el turismo debido a las restricciones autonómicas y gubernamentales. El pozo es profundo y parece que el suelo no termina de llegar.

Las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística dan buena cuenta de lo que han tenido que sufrir los hoteles zamoranos a lo largo del último año, desde que el pasado mes de marzo estallara la pandemia mundial del coronavirus. Si en 2019 la provincia recibió en sus establecimientos a un total de 276.000 viajeros, ese número experimentó una caída libre el pasado ejercicio hasta quedarse en apenas 94.000. Y todo ello, teniendo en cuenta que 25.000 de esos visitantes se registraron en la provincia en los meses de enero y febrero, antes de las medidas restrictivas. Esto supone que, de un año para otro, el volumen de turistas ha caído un 66% en el territorio.

Las pernoctaciones no mejoran esta situación, dado que su caída ronda también el 65%. En cifras brutas, los hoteles de la provincia han perdido 300.000 estancias a lo largo del último año, al pasar de las 464.400 del año 2019 a las 164.000 del reciente ejercicio 2020. Y es que no solo el parón efectivo registrado a partir del mes de marzo ha hecho daño al sector, sino que la incertidumbre y las sucesivas restricciones del último trimestre del año han hecho caer la estadística hasta límites insospechados. Para muestra, la reducción del 77% de las pernoctaciones solo en el mes de diciembre.

Los picos de actividad, si es que se les puede llamar así en un año tan nefasto para el sector, se registraron entre los meses de mayo y septiembre. No obstante, el volumen de visitantes en la provincia de Zamora estuvo en esta temporada estival muy por debajo de lo que acostumbra el sector para los meses de verano. Una razón por la cual no han sido pocos los negocios que se han visto obligados a cerrar sus puertas. Algunos de manera temporal, esperando que la situación amaine, y otros, lamentablemente, para siempre.

CASI 40 ESTABLECIMIENTOS CIERRAN SUS PUERTAS A LO LARGO DE 2020 ANTE LAS SEVERAS RESTRICCIONES

La situación límite que vive el sector hotelero a cuenta de la crisis del coronavirus ya se ha dejado notar en forma de cierres. Según el informe de coyuntura hotelera del Instituto Nacional de Estadística, la provincia de Zamora contaba a final del año 2020 con 37 establecimientos de alojamiento menos que en la misma fecha del año 2019, al pasar de 85 a 48 en tan solo doce meses. Unas cifras que hablan de la imposibilidad de no pocos empresarios para mantener sus negocios en mitad de tantas restricciones. La situación se agrava a la hora de hablar del personal asociado a esos establecimientos.

Según las cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadística, a principios de año había 469 trabajadores dentro del sector empleados en establecimientos hoteleros, mientras que en diciembre ese número había descendido hasta los 185. Por el camino, la pérdida de 284 empleos que será complicado recuperar si persisten las restricciones derivadas de la fuerte incidencia del coronavirus en esta tercera ola.

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