La tercera ola de la pandemia de coronavirus ha alcanzado en solo veinte días datos que la segunda tardó meses en registrar. Los datos que elabora la Consejería de Sanidad muestran que la pandemia avanza descontrolada entre la sociedad zamorana, con cientos de casos diagnosticados cada 24 horas. Los últimos datos de Sanidad indican que 180 zamoranos han resultado contagiados de COVID en las últimas horas, lo que eleva el total de infectados a una cifra muy próxima a los 11.000 desde que se registran datos. Son ya varios días consecutivos en los que Zamora registra una cifra muy cercana a los doscientos casos. El viernes incluso se superó esa cifra.

Lo que estos datos demuestran es que el grado de crecimiento de los contagios es algo nunca visto hasta ahora. Dando por bueno que la segunda ola comenzara en el mes de septiembre, la pandemia tardó dos meses en alcanzar su pico máximo en la provincia de Zamora, con más de 230 contagios. Estas cifras motivaron entonces la adopción de fuertes medidas restrictivas por parte de la Junta de Castilla y León, que entonces cerró los bares, aprobó el toque de queda a las diez de la noche y limitó la movilidad.

Zamora llegó a controlar la expansión del virus justo antes de Navidad, lo que provocó que, junto con el resto de la región y la mayoría de las provincias del país, se produjera un alivio de las medidas restrictivas coincidiendo con las fiestas. Ese germen ha sido el causante de una tercera ola cuya virulencia es hasta el momento desconocida, pero que se antoja importante. Zamora comenzó el año con una cifra diaria de contagios que rondaba la veintena. Este dato se ha multiplicado por diez en solo veinte días.

Hay, sin embargo, ciertos resquicios de esperanza cuando se bucea en los datos de la Consejería de Sanidad. El índice reproductivo en la provincia se sitúa hoy en 1,15. Esto viene a decir que cada infectado contagia a una media de 1,15 personas. El dato no es bueno, porque indica que la pandemia está en crecimiento, pero es bastante mejor que el registrado a inicios de semana, cuando rondaba el dos. De marcar tendencia, esto indicaría que las medidas restrictivas aprobadas justo después de Navidad estarían empezando a dar sus frutos y que Zamora estaría en la senda de controlar la pandemia por tercera vez.

Con estos datos, Zamora se sale de los esquemas en prácticamente todos los indicadores de riesgo que la Junta toma como referencia para marcar los niveles de transmisión y las restricciones que deben imperar. La incidencia semanal en la provincia de Zamora roza los seiscientos casos por cada cien mil habitantes y la acumulada a catorce días supera ampliamente los mil. Se considera riesgo extremo cuando estos indicadores están por encima de los 125 y de los 250 casos, respectivamente. Los datos son algo mejores en los jubilados, pero también son delicados. Entre los mayores de 65 años han enfermado 592 personas por cada 100.000 en las dos últimas semanas. El 17% de las pruebas PCR que se realizan en la provincia dan un resultado positivo mientras que el porcentaje de casos con trazabilidad —los que pueden asegurar a ciencia cierta quién les ha trasladado la enfermedad— escala hasta superar el 77%. Este es el único indicador que en Zamora presenta unos niveles asumibles. Tampoco son buenos los datos hospitalarios. Más de la mitad de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos están ocupadas por pacientes con coronavirus y cerca de 23% de las camas de planta de Complejo Asistencial acogen a pacientes contagiados con COVID. Zamora está, en todos los indicadores, muy lejos de rebajar el nivel de riesgo para plantar siquiera la reducción de las restricciones.

LA OCUPACIÓN EN LA UCI SE DISPARA CON CINCO NUEVOS INGRESOS EN 24 HORAS

La ocupación de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Concha ha registrado en las últimas horas un importante incremento de la ocupación. La estadística de la Consejería de Sanidad indica que en las camas de críticos hay actualmente ingresados once zamoranos con coronavirus, cinco más de los registrados el pasado viernes. Además, hay dos personas que permanecen en esta unidad con otras dolencias.

En total, así las cosas, el Virgen de la Concha tiene ocupadas 13 de las camas de críticos de las que dispone. Es el 76% de la dotación habitual y un 65% de la dotación extendida por el COVID. En total, el hospital cuenta con una veintena de plazas en la unidad intensiva.

Al contrario de lo que pasó en muchos momentos de la segunda ola, la UCI de Zamora es en estos momentos la que mejor situación presenta de toda la comunidad. En Ávila están ocupadas el 79% de las camas habituales y en León, el 77%. En la mayoría del resto de las unidades de críticos ya se sobrepasan las camas habituales, lo que obliga a utilizar plazas extendidas para los enfermos.