Isabel Pantoja es una mujer nueva. Tras varios años 'enclaustrada' en Cantora y dedicada en cuerpo y alma al cuidado de su madre, la tonadillera no solo ha retomado su carrera musical por todo lo alto con una multitudinaria gira con la que en los próximos meses recorrerá todo nuestro país, sino también su vida social y sus amistades.

A raíz de un problema de salud ocular, la viuda de Paquirri retoma el contacto con una amiga que dirige una clínica oftalmológica en Córdoba y desde hace un año es esta mujer quien lleva su agenda médica.

Una amiga a la que conoce de hace más de veinte años y con la que esta semana protagoniza la portada de la revista Lecturas disfrutando de un relajado paseo por la ciudad andaluza, cogidas del brazo mientras la folclórica guarda silencio, su hijo Kiko Rivera continúa con sus compromisos profesionales y muy serio ha hecho oídos sordos a las preguntas de la prensa y ha dejado claro que tampoco tiene nada que decir a la nueva vida que ha comenzado su madre.