Decenas y decenas de jóvenes que llegan hasta la isla de Mallorca para pasar sus vacaciones, acaban en el hospital. El consumo desmesurado de alcohol desde bien temprano, hace que tengan que pasar la noche en los servicios de urgencias. De hecho, este verano, como todos, están colapsados. El lado positivo es que el 99 por ciento de los jóvenes ingresados acaban saliendo por su propio pie de los centros hospitalarios.