La hoja de ruta soberanista que se han marcado Artur Mas y su gobierno despierta recelos entre la clase empresarial catalana. Dirigentes de importantes multinacionales implantadas en Barcelona nos confiesan sus temores ante la posibilidad de que Cataluña pudiera independizarse del resto de España. Advierten que será difícil atraer inversiones si se da la imagen de un país dividido. Y en el caso concreto de Cataluña, Juan Antonio Fernández, consejero delegado de Unit4 Ibérica, cree que puede verse perjudicada por el temor a los inversores a que quede fuera de la UE y del euro.