El ministro de Economía, Luis de Guindos, se vió sorprendido ayer en medio de su intervención, por los gritos de alguno de los asistentes asu charla en la London School of Economics. "España en venta", decía la pancarta que portaban. El ministro se declaró un hombre de mentalidada abierta, dispuesto a escuchar sus argumentos y les pidió que le dejaran continuar con el debate.