La mala mar hace hoy que toda la flota menos cuatro barcos permanezca amarrada, pero más que a la marejada los pescadores de la bahía de Cádiz temen ser multados y abordados por faenar en aguas del Peñón. Patrulleras de la Guardia Civil acompañan a los que se atreven a salir y que regresan con apenas 200 euros en pescado.