Los socialistas se han quedado al margen de la Ley de Estabilidad. Después de intensas negociaciones han decidido no apoyar el texto que debe consagrar el déficit cero e impedir el endeudamiento en las administraciones públicas. La ley sale adelante con el apoyo de PP, CiU y UPyD y la abstención de PNV, pero sin el consenso esperado.