Las precipitaciones han llegado a Galicia en el último fin de semana del invierno. Ha sido el año más seco de la historia gallega, por lo que los ciudadanos han recibido con entusiasmo la lluvia de hoy. Con cifras tan escasas como los veinte litros caídos en algunos puntos del sur, los gallegos miran al cielo esperando que prosigan las precipitaciones.