Una tremenda explosión ha sacudido un barrio residencial a las afueras de Pekín, en China. Una fuga de gas en un restaurante estaría detrás de esa detonación que ha destruido un edificio entero, de cuatro plantas, e hizo saltar por los aires las fachadas de las tiendas. Al menos siete personas han muerto y otras 27 han quedado heridas. Explosiones como esta son habituales en el país, debido a los bajos controles de seguridad en las acometidas de gas.