El Reino Unido anuncia medidas para frenar la llegada de extranjeros antes incluso de la puesta en marcha del Brexit. Una de las ideas que baraja el Gobierno británico es obligar a las empresas del país a hacer listados de sus empleados no británicos. Según la ministra del Interior, Amber Rudd, el objetivo es evitar que los extranjeros quiten el empleo a los trabajadores autóctonos.