El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha sufrido su primera huelga general. Se ha notado sobre todo en Buenos Aires, que se ha quedado prácticamente paralizada. El paro ha afectado a los transportes, y además los piquetes han cortado varios accesos al centro por carretera. Sin embargo, la presidenta ha menospreciado la convocatoria, al decir textualmente que no ha habido ni huelga, ni paro, ni un piquete.