Un año ha pasado ya de la peor matanza vivida en Noruega. Un largo año para los familiares de las 69 víctimas abatidas por Anders Behring Breivik en la pacífica isla de Utoya. Hoy es un día para el recuerdo y para el homenaje. "Ahora debemos mantenernos unidos y no permitir que un individuo nos destruya. Creo que es lo más importante", son palabras de la ministra de Sanidad noruega.