La ciudad rebelde de Idlib, fronteriza con Turquía, o lo que queda de ella, después de la ofensiva lanzada por el ejército del régimen de Al Assad, está a punto de caer bajo su control. Heridos que son evacuados por los escasos medios disponibles y que son atendidos en centros improvisados. Mañana se cumple un año del inicio de la revuelta contra el régimen y Amnistía Internacional ha hecho público un informe en el que denuncia que la tortura y el maltrato contra la oposición siria ha alcanzado "niveles sin precedentes" y forman parte de un "ataque sistemático" contra la población civil. Cifra en 6.500 los fallecidos en este año.