Decenas de víctimas. Al menos 67 han muerto o se encuentran desaparecidas tras las inundaciones y los corrimientos de tierra causados en las lluvias torrenciales más duras desde hace un siglo en Corea del Sur. La zona más afectada, la región de Seúl. Las pérdidas por daños materiales se elevan a 25 millones de dólares.

La lluvia ha golpeado la capital y las regiones montañosas, obligando al Gobierno a recurrir al Ejército para colaborar en las operaciones de rescate y limpieza de la zona. Algunos puentes sobre el río Han, que atraviesa la ciudad, se encuentran cerrados y el servicio ferroviario interrumpido.