"Ser 'yonqui' te da un aire barriobajero que vuelve locas a las mujeres", afirma el cantante, famoso por sus juergas interminables y su adicción a distintas sustancias.

Doherty, que en noviembre admitió haber recaído en su adicción de la que intentaba recuperarse, no cree que el consumo de drogas le perjudique y sostiene que "nadie me obligó a tomarlas".

El cantante admite además que su música no emociona a sus parejas sentimentales y reconoce que Moss tampoco era una gran fan de sus composiciones.

"Ninguna de las dos o tres personas a las que he amado de verdad consideraban que mi música fuera buena. Y eso mosquea", agrega Doherty.