Cuando estamos a dieta e intentamos perder peso (sobre todo en los meses de verano con la tan manida operación bikini), nos fijamos mucho en lo que comemos. Estamos obsesionados contando calorías y pasamos dos cosas por alto que son fundamentales: lo primero es que tenemos que preocuparnos por cambiar nuestra alimentación para que sea más sana, no para que engorde menos (un cambio de dieta te durará un mes, un cambio de habitos hará que mejores toda la vida) y lo segundo es que no prestamos atención (o al menos no tanta) a las bebidas. ¿Sabías que cambiando lo que bebes mientras comes o cenas puedes restar hasta 600 calorías al día?

Y es que comer con un refresco, desayunar con un zumo o cenar con una cerveza son, todos ellos, gestos que suman calorías tal y como demuestra el nutricionista Joel Torres en su cuenta de Instagram en la que suma miles de seguidores. El nutricionista hace hincapié en que "las bebidas calóricas pueden hacer que no cumplas tu objetivo a la hora de perder peso y eso que no tendemos a prestarles atención".

No basta con cambiar las bebidas azucaradas por un refresco light o zero azúcar (aunque evidentemente ese cambio ya se nota). Hay que ir más allá. Hace un tiempor te hablábamos de las bebidas que puedes consumir con cero calorías. Entre ellas está, evidentemente, el agua.