Los toresanos cumplieron con la tradición de visitar el cementerio municipal para honrar a sus seres queridos en la fiesta de Todos los Santos. Las agradables temperaturas favorecieron las visitas al camposanto y muchos vecinos optaron por dar un paseo hasta el recinto funerario, en el que la Policía Local y Protección Civil se encargaron de regular el tráfico y el acceso a la zona de aparcamiento.

Entre sus manos, muchos toresanos portaron ramos y centros de flores, que en el Día de Todos los Santos se convierten en un símbolo de homenaje a aquellos que ya no están, pero que siguen vivos en la memoria y en el corazón.

El Ayuntamiento también honró a los toresanos difuntos con una gran corona de flores, con la que fue adornada la puerta del acceso al cementerio y, en los laterales, la cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla colocó dos mesas en las que puso a la venta diversos artículos para recaudar fondos que se destinan a sufragar los gastos de la hermandad. En el interior del cementerio, la cofradía instaló el catafalco junto al que el domingo, 6 de noviembre, será oficiada la misa de la Fiesta de los Difuntos.

La eucaristía tendrá lugar después de la solemne procesión que el domingo, a las 10.00 horas, partirá de la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina, en la que participarán cofrades, responsables de la Junta Pro Semana Santa y autoridades locales, una tradición que la hermandad volverá a revivir el primer domingo de noviembre.

Toresanos acceden al camposanto por la puerta adornada con una corona de flores. | M. J. C.

En el interior del camposanto, los toresanos visitaron las sepulturas de familiares y amigos y muchos aprovecharon la estancia para adecentar las tumbas y adornarlas con flores.

En el emotivo reencuentro, muchos guardaron silencio para revivir en la intimidad los momentos compartidos con los seres queridos a los que tanto añoran.