La primera vendimia que se desarrolla con la nueva Ley de Cadena Alimentaria en vigor (se aprobó el pasado mes de diciembre), ha llevado a la Federación Española de Vino (FEV) a recordar “la importancia de contratos a largo plazo” y a pedir que no se confunda “el coste efectivo individual con precios de referencia”.

La Federación Española del Vino recuerda a todos los operadores la importancia de “firmar contratos a largo plazo para fomentar unas relaciones comerciales estables entre proveedores y compradores de uva y evitar los llamados ‘dientes de sierra’ u oscilaciones muy marcadas en los precios entre campañas”.

En este sentido, desde la FEV se quiere hacer hincapié también en el concepto del coste efectivo de producción, que menciona la Ley, recordando que “se trata siempre de un cálculo individual de cada viticultor para su explotación y en ningún caso puede ser asumido a partir de un coste medio o mínimo obtenido mediante estudios estadísticos para una determinada zona ya que además, está prohibido por las normas de competencia”.

Por ello, y aunque en los últimos meses han proliferado este tipo de estudios estadísticos sobre costes de producción en distintas regiones vitivinícolas, realizados por organismos públicos o privados según el caso, desde la FEV se quiere destacar que “este tipo de estudios deben tomarse únicamente a título informativo y nunca pueden ser entendidos de manera colectiva para el conjunto de viticultores de una zona ni como precios de referencia que deban ser tenidos en cuenta por los operadores, ya que el coste efectivo de producción va a depender no solo de los gastos que debe asumir cada viticultor de manera individual sino de su propia eficiencia en la gestión del viñedo”.

Precisamente para facilitar el control de costes de las explotaciones vitivinícolas la Interprofesional del Vino de España ( puso en marcha en agosto su herramienta GESVID, que permite a bodegas y viticultores la recogida y cálculo de todos los gastos aparejados a los viñedos, independientemente de su emplazamiento y características y controlar parámetros como la calidad de la uva, la edad del cultivo y la variedad y el sistema de conducción y manejo, además de otros factores externos como las condiciones meteorológicas, que varían de una campaña a otra y también entre parcelas

Con todo, desde la FEV se ve esta nueva campaña como “un paso adelante en las relaciones de toda la cadena que está transcurriendo con normalidad, un alto grado de cumplimiento de la normativa y sin grandes incidentes bajo la supervisión de la Agencia de Información y Control Alimentarios ( que es el organismo al que cualquier operador debe dirigirse en caso de duda o ante cualquier incumplimiento que pudiera producirse en relación a la ley de la Cadena”.