El esfuerzo conjunto de los toresanos, el cumplimiento de las restricciones y el avance de la vacunación han permitido a Toro esquivar en parte la cuarta ola de la pandemia y reducir la incidencia acumulada de casos, a pesar de que en los últimos siete días se han diagnosticado tres positivos, lo que obliga a no bajar la guardia para evitar repuntes.

Aunque el pasado martes la ciudad consiguió rebajar a cero la incidencia de positivos acumulada en siete días, los tres casos contabilizados ayer han provocado un ligero repunte en la incidencia que, no obstante, se mantiene muy alejada de los peores momentos de la pandemia en Toro y que coincidieron con los dos primeros meses del año, en los que varios brotes obligaron a numerosos vecinos a confinarse.

De hecho, el 29 de enero, Toro alcanzó un récord, con una incidencia acumulada a 14 días que rebasó los 1.500 casos por 100.000 habitantes.

La negativa evolución de la pandemia obligó entonces al Ayuntamiento a realizar un llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva, aunque también solicitó a la Junta la realización de un cribado masivo para intentar detectar asintomáticos y frenar la propagación del virus.

De forma paulatina, los positivos fueron descendiendo y Toro logró doblegar la curva de contagios, gracias a la responsabilidad de los vecinos y a las restricciones. De hecho, la evolución positiva permitió, pocas semanas más tarde, relajar las medidas que tuvo que adoptar el Ayuntamiento.

Dos meses después, Toro ha recuperado la vida en sus calles, la actividad de comercios o negocios hosteleros y ha programado eventos culturales para tratar de dinamizar el ocio y el turismo.

A la contención de la pandemia también ha contribuido la administración de, al menos, una dosis de la vacuna a mayores de 70 años, paso que se refleja en la incidencia acumulada en los últimos siete días y que, según los datos divulgados ayer por la Junta, es de 34 casos por 100.000 habitantes.

El Ayuntamiento solicitó recientemente a los toresanos un “último esfuerzo” para contener la pandemia, consciente de que a medida que avance la vacunación se reducirán los contagios.