No conoces del todo Toro sino has visitado sus bodegas, y, ayer, los niños y jóvenes de la ciudad pudieron acceder a algunas de ellas. Tomás del Bien, alcalde de la ciudad, fue el guía de estos niños deseosos de conocer un poco más del patrimonio cultural de su ciudad. "Con esta ruta a tres de las bodegas que hay en Toro, los más pequeños se conciencian del valor del patrimonio, o eso es lo que se pretende con esta actividad", afirma el alcalde.

Del Bien mostró la bodega del Palacio de los Condes de Requena, la Casona de la plaza de la Cámara Agraria, y la del propio Ayuntamiento a niños de entre 4 y 12, y 12 y 19, en dos turnos, uno de mañana y otro de tarde. Aunque, en ambos se vio lo mismo. "Esto está adaptado pedagógica y didácticamente para esas edades y la finalidad es que recuerden el día de hoy", explica. En cada una de ellas, les explicó cómo funcionaban, para que y porque se hacían, para "que tengan conciencia de la importancia que tienen para Toro las bodegas".

En primer lugar, los niños pudieron ver la bodega del Palacio de los Condes de Requena. Antes de entrar, el alcalde les preguntó a los niños si saben lo que es una bodega, y les explicó lo que van a ver dentro y, por encima, para que ellos lo comprendan, la historia de esta bodega. "Es tan importante que fue la sede del Consejo Regulador. Tenemos todas las botellas de vino desde que existe el Consejo", informa Del Bien. También, antes de sumergirse a las profundidades de la bodega, les cuenta que las bodegas de Toro tienen aproximadamente unos 500 años, y que en el la ciudad hay aproximadamente 290 bodegas inventariadas en un catálogo, pero que en ellas no se hace vino.

Tras esta explicación los niños bajan al primero de los pisos de la bodega donde les sigue explicando para que servía. Los pequeños se quedan "boquiabiertos" al ver tantas botellas de vino juntas. Pero, a los "visitantes" les sorprende más lo que se sitúa un piso más abajo: la sala de elaboración de vino, donde se sitúa el respiradero, y una barrica, que los niños la miran sorprendidos por su gran tamaño. Tomás les explica la función de esta y para que servía.

Historia viva

A continuación se dirigieron hasta la bodega de la Cámara Agraria, donde los niños tienen las mismas expresiones que en la anterior visita. El alcalde también les cuenta que a esta bodega la llamaban, "la niña bonita" porque la asemejaban con "la cosa más bonita que había". Tras la visita a esta segunda bodega, la ruta finaliza con la bajada a la bodega del propio Ayuntamiento, donde explica que es más antigua que el propio edificio.

Los niños, gracias a esta iniciativa del Ayuntamiento, han conocido un poco más la historia de su ciudad, y han tomado conciencia de la importancia del patrimonio, de la conservación y de la puesta en valor. Los vinos de Toro cuentan con una gran tradición, ya que sus orígenes son anteriores al asentamiento de los romanos, y, los más pequeños también se merecían conocer "la casa" donde se creaban.