La producción provisional de vino en la actual campaña se ha reducido en Castilla y León un 14,4 por ciento, hasta los 1,9 millones de hectolitros, por los 2,2 millones de la campaña 2016/2017, según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente extraídos del Sistema de Información de Mercados del Sector Vitivinícola. Una rebaja que también experimentan las industrias bodegueras de la Denominación de Origen Toro, tras una campaña de vendimia que recolectó un 34% menos de uva que en el curso 2016.

La producción de tintos y rosados se estima en 1,2 millones de hectolitros, por los 1,4 millones del pasado año (-8,5 %), mientras que la de blancos supera los 667.000 hectolitros, cuando un año antes era de 877.692 (-23,9 %). A nivel nacional la caída fue mayor y se sitúo en el 15,3 por ciento, al pasar de los 38,7 millones de hectolitros a los 32,8. De la producción de vino, 13,6 millones de hectolitros se han declarado como vino con Denominación de Origen Protegida (DOP), 3,6 millones de hectolitros como vino con Indicación Geográfica Protegida (IGP), y 6,2 millones de hectolitros como vinos varietales. El resto de vinos suponen el 29% de la producción total.

Desde el Ministerio de Agricultura también se apunta que la campaña está siendo relativamente baja debido a la sequía, lo que, unido a las también bajas producciones de los principales países productores comunitarios, ha supuesto un crecimiento de precios en el mercado del vino.

Ventas

Si bien es cierto que la producción está condicionada a las reservas de agua que adquiera el terreno de los viñedos, ya que esta afecta al crecimiento y desarrollo de la planta, esto no tiene por qué repercutir de forma necesaria en las ventas de las bodegas, especialmente cuando se trata de industrias con una alta producción que siempre disponen de importantes remanentes de vino. Es más, dicho exceso de producción, ha sido utilizado desde ciertos sectores productores de vino para intentar rebajar el precio al que se comercializa la uva.

En el apartado de ventas, todavía es pronto para hacer cábalas que liguen la producción de la presente campaña con el comercio de los caldos. Además, debido al incremento de los precios en el mercado del vino, a consecuencia de la elaboración, las bodegas podrían mantener sus ingresos aunque el número de botellas no alcanzase las cifras que se obtuvieron durante el pasado ejercicio.