Pequeños, adolescentes y adultos demostraron ayer su espíritu festivo en la concentración de peñas y en una divertida mojada por las calles de la ciudad. La plaza de La Glorieta fue el punto de encuentro de las peñas de Toro que bailaron y disfrutaron al ritmo de la música. Samuel Rollón fue el encargado de animar la fiesta y de pedir a cada peña que sus representantes accedieran a la balconada del Ayuntamiento para proceder a la tradicional colocación de banderolas y pañuelos, una imagen que, durante los próximos días, recordará a los toresanos que la ciudad está en fiestas. Tras más de una hora de intensa fiesta, que comenzó con el lanzamiento del chupinazo, a cargo del alcalde, Tomás del Bien, las peñas iniciaron el recorrido por las calles de la ciudad en la esperada y tradicional mojada que, además, sirvió para combatir las elevadas temperaturas registradas ayer en Toro. Los integrantes de estos colectivos lúdicos, acompañados de una charanga, completaron el recorrido de la mojada durante el que realizaron varias paradas junto a aquellos domicilios y comercios desde los que les lanzaron agua.