Alrededor de 110 personas han disfrutado de un nuevo viaje organizado por la Junta Local de Toro de la Asociación Española Contra el Cáncer al Santuario Mariano de Nuestra Señora de Lourdes, donde pudieron visitar la Gruta, las Basílicas, los conocidos baños de agua bendita y la procesión de las velas. La excursión también incluyó la visita a dos ciudades españolas, Pamplona y San Sebastián.

El presidente de la Junta Local, Ángel García, realizó un balance «muy positivo» porque «la gente está muy contenta». De hecho, reconoció que muchos de los participantes ya han solicitado una nueva excursión, de modo que García ha adelantado que se tratará de un viaje a Zaragoza, con la visita a la Virgen del Pilar y al Monasterio de Piedra.

García señaló que «hemos podido ver el fervor que hay en el mayor santuario del mundo», aunque matizó que «lo tienen demasiado explotado, muy comercializado». Agradeció además que el párroco de Lourdes oficiara la misa por las intenciones de la AECC toresana, cuyos miembros colaboraron en su celebración. Destacó «la unión» de los participantes y «la alegría» durante todo el viaje.

Los participantes en el viaje destacaron el «buen ambiente» que se vivió a lo largo de los tres días. Mª Paz Casas, de Vezdemarbán, decidió hacer este viaje con su hermana, el primero que realiza con la AECC, pues tras haber sido operada de un tumor de mama, ahora que «ya me encuentro bien», le apetecía conocer Lourdes, que «me ha gustado mucho, aunque considero que está muy comercializado». Desde Villafranca de Duero se desplazó Dori Villarroel, con «mucha ilusión por ir a Lourdes desde hace muchísimos años». Pese a su enfermedad, se impuso la alegría del viaje y señaló que «me encuentro bien, aunque bastante cansada», y destacó «la convivencia, el compañerismo y la amistad».

Y en cuanto a algunas toresanas, Carmen Escudero recalcó que «tengo la ilusión de que la Virgen haga algo por mí porque estoy enferma y operada de varias cosas», de modo que fue la ilusión la que impulsó su ánimo para realizar el viaje, a lo largo del cual «he andado todo lo que he podido porque me cuesta mucho», aunque contó con el apoyo constante de su esposo. «Estoy muy feliz de haber venido», concluyó tras confesar haber «llorado cuando he visto a la Virgen en la Gruta».

Por su parte, Mª Tomasa Fernández estaba «muy contenta de haber venido, pues tomar las aguas me ha sentado de maravilla»; de hecho estuvo a punto de no asistir al viaje porque padecía muchas depresiones que la mantenían en su casa, y durante los días de excursión se produjo un gran cambio en su ánimo, que pasó a tener «mucha alegría y mucho humor, ahora estoy muy contenta, he cambiado mucho». Ha sido ido su primer viaje con la AECC y «no será el último». Y Carmen Hernández, quien ya conocía Lourdes, encontró en este viaje la oportunidad de tener unas pequeñas vacaciones. Pertenece a la AECC desde que comenzó su actividad en Toro, y ya ha realizado numerosos viajes organizados por la Junta Local, de los que señala que «el ambiente siempre es muy bueno».