El Ministerio Fiscal ha solicitado que se impute a Florencio Vaquero Andrés por el delito de homicidio contra su propio hermano, Cesáreo Vaquero Andrés, a quien quitó la vida con 49 años de edad el 23 de marzo pasado en Toro, según han informado fuentes del caso. Por su parte, la acusación particular le atribuye el delito de asesinato por entender que concurrieron circunstancias de alevosía. La defensa del acusado, si bien reconoció la causa de la muerte, así como la autoría, no hizo lo mismo con la imputabilidad del hecho. Aunque la información no ha trascendido oficialmente, el defensor entendería que se han producido atenuantes o eximentes por razones psicológicas.

La solicitud de las partes tuvo lugar el pasado día 10 durante la comparecencia celebrada en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Toro para determinar la imputación del culpable de la muerte de Cesáreo Vaquero, de acuerdo a lo estipulado en este sentido por la Ley del Jurado, procedimiento por el que la titular del Juzgado acordó tramitar las diligencias.

Durante la vista previa también compareció, a petición propia, el criminal confeso, de 56 años de edad, quien fue trasladado al tribunal toresano con este fin desde la cárcel de Topas (Salamanca), donde se encuentra recluido por orden judicial desde el mismo día del grave suceso, según la cual se acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Así mismo, según marca el procedimiento legal, las partes pudieron solicitar nuevas pruebas testificales, lo que hicieron tanto la defensa como la acusación. La jueza titular del Juzgado de Toro ha admitido la petición y ahora se está a la espera de que las mismas se practiquen en la sala, lo cual podría tener lugar en pocos días. A partir de ese momento la jueza dará un plazo tanto al Ministerio Fiscal como a la acusación para que puedan solicitar la apertura del juicio oral y presentar los escritos de acusación. El caso pasará después a la Audiencia Provincial de Zamora, donde el agresor será juzgado por procedimiento de Ley de Jurado Popular

El acusado, que fue detenido por la Guardia Civil el mismo día de la agresión, en su primera declaración ante la jueza de Toro, la cual tuvo lugar un día después, se declaró culpable de los hechos, aunque alegó estar sometido a tratamiento médico por depresión. Un mes después, dos de los testigos directos del suceso, se ratificaron en su primer testimonio ante la Guardia Civil, manifestando que no medió discusión ni hubo enfrentamiento entre ambos hermanos, previamente al momento de los hechos. La acusación particular entiende que Florencio Vaquero Andrés debe ser juzgado por asesinato por considerar que hubo alevosía y premeditación, es decir, que el ataque fue «sorpresivo» y que, por tanto, «se buscó la muerte de la víctima sin darle posibilidad de defensa». El delito de homicidio está castigado con la pena de prisión de 10 a 15 años y el de asesinato con 15 o 20 años, los cuales pueden elevarse a 25 en el caso de existir un agravante. En el caso del homicidio, por su parte, la relación de consanguinidad entre la víctima y el agresor puede ser considerada como un agravante, ya que se trataría de un fratricidio.