El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prevé la creación de una superficie estimada de 1.360.946 metros cuadrados de suelo industrial, que estará dividido en dos partes diferenciadas, según ha informado el concejal de Urbanismo, Fernando Caballero. En cuanto a las dos partes a las que hizo referencia, una de ellas es el suelo que se ha calificado como suelo urbano industrial categoría 3, que son aquellas parcelas que durante los últimos años han sido ocupadas por grandes empresas que requieren amplios espacios para desarrollar su actividad, como son los terrenos que han ocupado García Baquero, Cerámicas Cuesta Vila, Prefabricados Duero, Pevafersa, Azucarera del Duero o Grupo Siro. La mayor parte de estas empresas estaban situadas en suelo de categoría rústico, situación que «obligó a solicitar autorizaciones excepcionales de uso a la Comisión Territorial de Urbanismo», explicó Caballero. Sin embargo, con esta nueva catalogación se pretende que puedan contar con más posibilidades para ampliar sus instalaciones, de modo que también puedan asegurar su futuro en la localidad. En total, estas superficies ocupan 536.436 metros cuadrados.

Y por otro lado, se han creado siete sectores de suelo urbanizable de uso industrial, seis de los cuales se encuentran localizados en la zona de la carretera ZA-713 (Toro-Castronuevo), mientras que el otro está en las inmediaciones de la estación del ferrocarril y la azucarera, con la finalidad de poder aprovechar este medio de transporte. El objetivo con el que se ha creado este suelo urbanizable industrial es el de «crear una expectativa de crecimiento económico» al poder contar con oferta suficiente de suelo para la implantación de empresas, al mismo tiempo que «se definen sistemas generales en la carretera de Pozoantiguo que permitan configurar una vía lo suficientemente amplia para absorber el tráfico de la zona», aclaró Caballero. Esta nueva vía aprovechará la que ya existe como eje, pero también contará con vías de servicio que garanticen una mejor fluidez del tráfico y una mayor seguridad vial. En este sentido, precisó el concejal popular, será «absolutamente necesario que el Ministerio de Fomento construya el segundo acceso desde la autovía a través de esta carretera», y para ello el Equipo de Gobierno «mantendrá viva esta iniciativa». La superficie que ocuparán estos sectores industriales es de 824.510 metros cuadrados, aproximadamente.

Los datos aportados por la Concejalía de Urbanismo especifican que el nuevo PGOU crea 824.510 metros cuadrados de nuevo suelo urbanizable para uso industrial y 123.681 metros cuadrados de suelo residencial. Esto quiere decir que del nuevo suelo urbanizable creado, el 85,25% corresponde a uso industrial, a lo que hay que sumar la creación de 536.436 metros cuadrados de suelo urbano industrial. Fernando Caballero matizó que la Concejalía de Urbanismo considera que «ésta es la mejor manera de facilitar la continuidad y la creación de nuevas empresas en nuestra ciudad, dado que se crean corredores que cuentan con todos los servicios urbanos, especialmente en lo referido a depuración de aguas, suministro de gas y electricidad y accesos a una vía de alta capacidad».

Por otra parte, además de suelo para uso exclusivamente industrial, el nuevo Plan también pretende facilitar la implantación de empresas agroalimentarias, especialmente bodegas, en el término municipal. Teniendo en cuenta que este tipo de industria puede requerir su implantación en suelo rústico, para situarse cerca de sus localizaciones de producción, el nuevo planeamiento «facilita estas instalaciones de manera muy superior al resto de edificaciones en suelo rústico», de modo que estas bodegas «contarán con una normativa específica que les permita un mayor volumen y edificabilidad que al resto de instalaciones», puntualizó Caballero.

Y dentro de esta apuesta del Equipo de Gobierno por las iniciativas económicas que tienen como base el vino, este fomento de edificación de bodegas alcanza también a cuantas instalaciones auxiliares puedan requerir éstas para desarrollar actividades de promoción, turismo... Se trata, en definitiva, concluyó Caballero, «de fomentar urbanísticamente el enoturismo y las actividades económicas derivadas del vino».