Una operación conjunta entre la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Autoridad para la Seguridad Alimentaria y Económica de Portugal ha logrado desmantelar una red dedicada al tráfico ilegal de medicamentos anabolizantes y otras sustancias prohibidas para el ejercicio de prácticas deportivas en varias provincias españolas.

La 'Operación Pluma', desarrollada en Cádiz, Málaga, Martorell, Badalona, Begues, Castelldefels y ciudades portuguesas, se saldó con 11 arrestos -cinco en Cataluña, cinco en Cádiz y uno en Málaga- y 39 registros en domicilios, comercios de complementos nutricionales para deportistas, gimnasios y almacenes.

La operación se inició en marzo después de que dos investigaciones de Mossos d'Esquadra y Guardia Civil se cruzasen, momento en el cual formaron un grupo conjunto de trabajo para conseguir desmantelar toda la estructura, implicando también a las autoridades de Portugal, país donde estaban los almacenes desde donde se importaba la mercancía.

Los dos máximos responsables de la red, con residencia en Martorell y Cádiz, recibían encargos de clientes para el suministro de sustancias prohibidas. Estas dos personas contactaban con sus proveedores en Portugal y les facilitaban los datos de los clientes en España.

Proveedores portugueses

Los proveedores lusos eran los que enviaban directamente los productos para los clientes, evitando que los intermediarios apareciesen en el rastro dejado en los envíos.

Una vez las sustancias llegaban a los clientes, éstos hacían el ingreso correspondiente en los números de cuenta de los responsables de la red en España, utilizando nombres ficticios y realizando siempre pagos inferiores a los 3.000 euros, para dificultar de esta manera una investigación financiera.

En la operación se intervinieron 15.000 dosis de esteroides y anabolizantes, embalajes y prospectos preparados para empaquetar medicamentos y venderlos en el mercado clandestino, equipos y sistemas informáticos, y teléfonos móviles.

La mayoría de productos intervenidos son esteroides y anabolizantes, utilizados por algunos deportistas para aumentar el rendimiento físico y muscular; estos productos están prohibidos sin un control médico adecuado.

Su uso sin control sanitario puede ocasionar graves consecuencias para la salud como tumores hepáticos, retención de líquidos e hipertensión arterial, acné, temblores, aumento de colesterol y otros riesgos cardiovasculares que podrían derivar en enfermedades coronarias y depresiones.

Entre los medicamentos dopantes intervenidos se encontraron falsificados, que implican graves riesgos para la salud ya que se fabrican sin ningún control sanitario y contienen contaminantes tanto de origen químico como biológico. Los investigadores analizan la documentación intervenida y no se descartan nuevas detenciones.