Marjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias: "Irán es un sistema podrido, una dictadura violenta, totalitaria y muy salvaje"

En los últimos 24 años, desde que publicó su primer y más celebrado cómic, el autobiográfico y referencial 'Persépolis' sobre su infancia y juventud en su país, "la situación en Irán no ha cambiado, sino que se ha agravado". "Por eso yo sigo hablando, hablando y hablando. Estamos en una dictadura aún más violenta, en un régimen totalitario muy salvaje, en un país donde el 85% de la población quiere un régimen democrático y secular. Algo que plantea un grave problema para los Guardianes de la Revolución, que tienen el poder de la rica economía iraní y no quieren soltarlo. Un país donde el 68 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza y el dinero se va a las manos de la corrupción", lamenta la dibujante y cineasta francoiraní Marjane Satrapi (1969), por videoconferencia, poco después de ser reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por ser, según el jurado del prestigioso galardón, "una voz esencial para la defensa de los derechos humanos y la libertad y un símbolo del compromiso cívico liderado por las mujeres".  

La historietista iraní Marjane Satrapi, una voz única contra el fanatismo, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

Combativa, reivindicativa y comprometida, pero "incómoda" ante los premios y los focos, nunca se muerde la lengua. La autora de ‘Persépolis’, que "plasma ejemplarmente la búsqueda de un mundo más justo e integrador", en opinión del jurado, y de otros cómics sobre su historia familiar como ‘Bordados’ y ‘Pollo con ciruelas’, coordinó e impulsó recientemente la obra colectiva ‘Mujer Vida Libertad’ (con 17 dibujantes, entre ellos los españoles Paco Roca y Patricia Bolaños), que toma el título del lema de las masivas protestas de la llamada ‘revolución del velo’ en Irán, desatada por la muerte en 2022 de la joven Mahsa Amini a manos de la policía de la moral del régimen por no llevar bien colocado el velo islámico, y enfoca la posterior y brutal represión. Para ella, el galardón celebra "la feroz lucha" de su pueblo "por los derechos humanos y la libertad. Hoy se honra a todos los jóvenes que perdieron la vida y a los que continúan el combate por la libertad en Irán".

Satrapi dedicó en seguida el premio al rapero Toomaj Salehi, "condenado a muerte hace unos días por cantar a la libertad". "Es la voz de Irán. Hay que escuchar su rap, habla de todos los pueblos de Irán, persas, kurdos…, de todas las clases sociales. Hace un llamamiento a la unidad sin llamar nunca a la violencia. Lo han amenazado, seguido, detenido, le han roto la mandíbula y la pierna a golpes. Ejecutarle a él es ejecutar a toda la juventud, a todo Irán”, recalca antes de lanzar un dardo contra Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, por no considerar Irán un estado terrorista. "Le daría un bofetón. Irán está llevando a cabo cinco guerras, en Irak, Yemen, Siria, Líbano y en Irán contra su pueblo, con grupos terroristas que no funcionarían sin la ayuda de los Guardianes de la república. ¿Qué más necesita para reconocer que es un estado terrorista?", se pregunta.

"La mezcla de religión, Estado y fanatismo es nefasta"

Las protestas tras el asesinato de Mahsa Amini son para la también cineasta "una revolución iniciada y liderada por mujeres en la que cada día jóvenes son detenidas y golpeadas y en la que también ayudan hombres". Las más de 800 personas ejecutadas el año pasado por el régimen del líder supremo Alí Jamenei, detalla, son hombres. "Solo se puede llegar a alguna parte si las mujeres se manifiestan. Son el 50 % en todas las sociedades y cuando la mitad de una sociedad no tiene derechos, nadie los tiene. El Irán del mañana es el Irán de las mujeres. Son personas que entregan su vida y su juventud y sin ellas no iremos a ninguna parte. Brindo por su valor y valentía y por el de los hombres que las apoyan", exclama Satrapi, que se considera "muy feminista".  

"El feminismo no es un combate de mujeres contra hombres, es igual de bueno y beneficioso para las mujeres que para los hombres, porque a ellos les permite desarrollarse y les quita la presión de estar obligados a ganar el pan. Cuando esto se entienda habremos ganado mucho. Estoy en contra de la estructura patriarcal, que es la base de la dictadura, donde se habla de las mujeres como lo hace Trump, diciendo que ‘las coge por el coño’. Es un tema cultural y social. Frente a la vida, hombres y mujeres somos iguales. Nuestro cerebro funciona igual. La diferencia está en el comportamiento social que nos enseñan de niños”, reflexiona para añadir que "muchas niñas y mujeres, pero también muchos hombres" han leído ‘Persépolis’, que ella misma convirtió en película de animación, y donde relató su infancia en Irán, su adolescencia en Viena, lugar al que sus padres la enviaron para alejarla de las imposiciones de la República Islámica surgida tras la revolución de 1979, y sus primeros años de adulta estudiando Bellas Artes de vuelta a Teherán, de donde marchó para instalarse definitivamente en Francia.

"El Irán de mañana es el Irán de las mujeres"

Directora de películas como 'The Voices' (sobre un asesino en serie en Estados Unidos) o el ‘biopic’ de Madame Curie 'Radioactive' (2019), que este año estrenará ‘Paradis París’ (con Monica Bellucci, Rossy de Palma y Eduardo Noriega), de niña quería ser Batman, porque "era un ser oscuro y hacía justicia" y porque "no tenía referentes mujeres" con los que identificarse. "A las niñas -opina- hay que darles modelos para que entiendan que somos seres humanos, ni superiores ni inferiores a nadie, y que como tales son libres, también para defenderse y luchar. Una mujer también puede ser violenta, cínica y manipuladora. Seguimos hablando de la belleza y la dulzura de las mujeres cuando las cualidades más importantes del ser humano deben ser la inteligencia y tener empatía y compasión. Un ser humano sin compasión no lo es, es un psicópata".  

El Princesa de Asturias, opina, “puede ser un altavoz y ayudar a arrojar luz y poner el foco en el problema [de Irán]. Lo que publiquen los periodistas será leído por personas que conforman la opinión pública, que es la que obliga a los políticos a tomar decisiones". "Mientras en Occidente se hablaba [de la revolución del velo] en Irán no se mataba. Cuando se dejó de hablar siguieron las ejecuciones. Es un sistema podrido que teme que desde Europa se le señale con el dedo", afirma.     

"No hay muchas diferencias entre un cristiano fanático, un judío fanático y un árabe fanático"

Es clara también Satrapi al afirmar que "no hay muchas diferencias entre un cristiano fanático, un judío fanático y un árabe fanático". Para ella, "el problema de la religión es que impide a la gente hablar y reflexionar, pretende dar respuestas hechas: las cosas son así y punto. El resultado, la mezcla de religión, Estado y fanatismo, es nefasto, como lo fue la Inquisición. Si te tomas tiempo para pensar, habla la razón y no montas en cólera porque intentas entender al otro. El lado monstruoso del ser humano no tiene límites geográficos ni culturales, la estupidez está en todas partes. Y no hay distintas razas, solo la raza humana". 

"La vida es corta y difícil, ¿por qué la complicamos con tanto odio?. Todos vamos a morir, así que deberíamos intentar unirnos y vivir juntos", se pregunta quien, sin embargo, suelta: "Si yo me convierto en símbolo del diálogo y la tolerancia y recibo este premio es que el mundo debe ir muy mal, porque no soy ni súper simpática, ni súper tolerante".