Guardias civiles sin pelo, como los héroes del Hospital General de Alicante
Agentes visitaron a los niños ingresados y se afeitaron la cabeza como gesto solidario
Para muchos niños son héroes. Pero ayer, un grupo de guardias civiles hicieron sentir a los pequeños ingresados en el Hospital General que ellos son los verdaderos valientes. Y lo hicieron a través de un gesto solidario, dejando que los niños les cortaran el pelo.
Maquinilla en mano, los pequeños afeitaron la cabeza de tres agentes, que se prestaron, "para parecernos a los superhéroes de verdad, que no son ni Superman, ni Spiderman, son los niños ingresados en el hospital. Queremos que ellos nos corten el pelo y así nos transmitan su energía".
Dos de los guardias civiles se cortaron el pelo en el Aula Hospitalaria del centro y el tercero fue por las habitaciones de los niños que tienen más dificultades para desplazarse. El gesto divirtió a los niños, pero también causó una profunda emoción en los padres.
"Hay un niño que está atravesando por un momento muy difícil, ya que está muy afectado por su nueva imagen y al final acabó con un ataque de risa al verse con la maquinilla en la mano rapando a un guardia civil. Su madre no dejaba de llorar", explica Ruth López, maestra del Aula Hospitalaria del Hospital General.
No fue la única sorpresa de la mañana. Antes, los niños recibieron la visita de dos de los perros que trabajan para la Guardia Civil, Choco y Floqui, adiestrados para detectar explosivos y dinero.
Los animales causaron furor entre los pequeños, quienes, llenos de curiosidad, querían saber todo sobre ellos: dónde dormían, cómo trabajaban y hasta si sabían dar la pata. Sus dos guías hicieron una pequeña demostración de las habilidades de estos animales y dejaron que los niños los tocaran, jugaran y se hicieran fotos con ellos.
Acompañando a los agentes con los perros, también visitaron el aula tres guardias civiles del Grupo de Operaciones Subacuáticas, que son quienes se cortaron el pelo. Los agentes llevaron trajes de neopreno para que se pusieran los niños, bombonas de oxígeno, detectores de metales y walkie talkies para que los pequeños hablaran a través de ellos.
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