El pebetero de la Torre del Salvador estrena doble banzo, la solución adoptada por la Cofradía del Silencio y los miembros del paso con el fin de resolver los problemas de carga que presentaba uno de los elementos centrales del desfile procesional.
La Cofradía del Silencio tiene al Santísimo Cristo de las Injurias como imagen central de la procesión, si bien en ella se incluyen también otros elementos que poco a poco han ido adquiriendo importancia, sobre todo en una procesión tan austera y ausente de bandas de música u otros elementos complementarios.
Saca de hecho, dos pebeteros, uno con la Cúpula de la Catedral como distintivo y el otro, en más grande, con la torre de la Seo en su cúspide.
Tal y como recoge la revista del Silencio, fue en el año 2016 cuando se decide intervenir en el pebetero ante los problemas de carga que presentaba. Junta directiva, jefe de paso y cargadores acordaron el desmontaje total, que permitió comprobar que el bastidor estaba retorcido, por lo que se construyó uno nuevo. "Dado que se había acordado aumentar el número de cargadores, también se construyeron dos nuevos banzos, un metro más largos que los anteriores" para albergar a cuatro hermanos más.
Sin embargo, la carga seguía presentando problemas y se replanteó la situación. La Directiva de la Hermandad del Cristo de las Injurias acuerda por unanimidad el 7 de noviembre de 2019 llevar a cabo una nueva modificación en el pebetero e instalar un doble banzo. La procesión de este año será fundamental para saber si efectivamente se ha resuelto definitivamente el problema.
