Eligieron Zamora para conocer la tradición de la Semana Santa en el país. Llegaron hace más de una semana para retratar las procesiones de la ciudad, mezclarse con las gentes que participan en la celebración y poder establecer diferencias y similitudes. "Nos ha impresionado la organización, la limpieza de la ciudad y la participación", reconocen los fotógrafos italianos Rossella Zullino y Antimo Altavilla. "En nuestra celebración, al sur de Italia, la fe y el respeto son mayores", se sinceran, sin embargo.

Ahora, con las tarjetas de las cámaras de fotografías repletas de momentos de la Pasión zamorana, los reporteros abordarán el objetivo de "divulgar la Semana Santa de Zamora en nuestro país". Concretamente en Francavilla Fontana, una localidad de algo más de 36.000 habitantes, provincia de Brindisi, región de Apulia, en el extremo sur de la "bota" italiana. Si el proyecto que tienen en mente llega a buen puerto, editarán un libro con las instantáneas que se llevan de la ciudad.

A su vez, Rosella y Antimo han traído a España publicaciones sobre la "Settimana Santa" de Francavilla Fontana. Hojeando sus páginas, no parece que exista una diferencia enorme entre lo que sucede allá, en el sur del país transalpino. "Hemos percibido que la gente en Zamora no hace el signo de la cruz cuando pasan las imágenes. Esto es algo habitual en nuestra tradición, donde se viven estas fechas con mayores demostraciones de fe", explica Rosella Zullino.

"Impresionados" por la "participación" de la gente, los reporteros reprochan, sin embargo, la "actitud" de los responsables de las procesiones y del acceso a los templos. "Nos hubiera gustado poder acceder como hacemos en Francavilla Fontana, pero no hemos podido", detallan. Cuando a un reportero le ocurre eso, "normalmente no regresa". Pero ellos volverán, "entusiasmados" con las procesiones y con las facilidades encontradas en el fotógrafo zamorano Jesús Salvador, quien ha hecho de "Cicerone" en la celebración local.

De Francavilla Fontana destacan algunos aspectos de la celebración algo diferentes: los centros florales que se confeccionan en los hogares para llevarlos a los altares de las iglesias, la "tradición" de que exclusivamente los hombres sean los "peregrinos" de las procesiones, en esa clara referencia al "caminante" que ofrece su penitencia, o el saludo "íntimo" que estos se dedican cuando se encuentran en las calles "aunque el próximo año vuelvan a verse".

Rosella y Antimo se van de Zamora -en su caso, Antimo ha podido viajar a Sevilla anteriormente- con una clara visión de la calidad de las imágenes. Para una tradición en que se fabrican en cartón piedra, aunque proceden de los siglos XIV o XV, debe de impactar fotografiar el Cristo de las Injurias o Redención. Los fotógrafos, en todo caso, han abierto una vía de intercambio cultural y de conocimiento. "Conocer otras celebraciones nos permitirá conocer mejor la nuestra", suele decir el antropólogo José Luis Alonso Ponga. Quizá haya llegado el momento del intercambio, del conocimiento y del análisis para conducir la Semana Santa a la excelencia.